Kawsay refuerza a los kayambis en dos proyectos

Durante las ferias agroecológicas se exponen los productos de la chakra. Foto: Cortesía: programa de pequeñas donaciones de la ONU y fundación Kawsay.

Durante las ferias agroecológicas se exponen los productos de la chakra. Foto: Cortesía: programa de pequeñas donaciones de la ONU y fundación Kawsay.

Durante las ferias agroecológicas se exponen los productos de la chakra. Foto: Cortesía: programa de pequeñas donaciones de la ONU y fundación Kawsay.

Desde hace 16 años la Fundación Kawsay trabaja en la capacitación de productores de nacionalidad Kayambi. En este tiempo han creado diferentes proyectos de investigación y desarrollo para las comunidades. En el 2017 dos proyectos han marcado la agenda de la Fundación. El primero es la escuela de formación de líderes Sumak Kawsay y el segundo es el fortalecimiento de la producción agroecológica.

Para la formación de líderes Soledad Inlago, presidente de la Fundación Kawsay, explica que se trabaja en dos centros de capacitación en Cayambe y Caranqui. Las capacitaciones han iniciado en junio y durarán seis meses. Inlago señala que es una malla curricular que no tiene costo, pero sí una condición. Los participantes realizarán una investigación de lo aprendido y lo replicarán en sus comunidades.

Las temáticas que se tratan en la escuela son diversas pero buscan fortalecer la identidad del pueblo Kayambi. Inlago explica que se dictarán clases de historia de la confederación Kayambi, derechos de los pueblos indígenas, jurisprudencia indígena, ejercicio de la autoridad comunitaria, mecanismos de coordinación y cooperación con la justicia ordinaria, plurinacionalidad y descolonización, interculturalidad y autonomía indígena.

El enfoque de agroecología se viene trabajando desde el 2011, cuando se capacitó a 65 familias productoras. Ahora Inlago cuenta que se encuentran en un nuevo proceso con cerca de 70 familias.

La Fundación, expresa Inlago, busca fortalecer la soberanía alimentaria y promover el consumo de productos sanos. Una de sus motivaciones para este enfoque, dice, ha sido la contaminación de tóxicos por parte de las floricultoras, los monocultivos y la contaminación del suelo y el agua. A través de los talleres promueven la agroecología para el cuidado de la tierra y los alimentos.

Las capacitaciones incluyen la elaboración de bioinsumos. “Ya no utilizamos los químicos, ni fungicidas. Trabajamos con los productos de la chakra”, dice Inlago. Por ejemplo, usan la ruda, ortiga y el ají como bioinsecticidas.

En estas formaciones también está latente la condición de que los asistentes repliquen los conocimientos en sus comunidades.
Con esta producción se han dedicado a la venta de alimentos excedentes. Una vez que se cubren las necesidades de la población, ponen a la venta frutas, verduras, legumbres y tubérculos en ferias como La Carretilla en Quito y la Feria de Productores Agroecológicos de Cayambe.

Incluso trabajan productos con valor agregado como las mermeladas. Al momento hay cinco familias que elaboran jalea con frutos de temporada, para finales de junio sacarán versiones de frutilla y uvilla.

Inlago señala que en estas preparaciones se nota la diferencia de los alimentos agroecológicos. “El sabor es más puro porque no ponemos químicos ni preservantes”. Los productos los sacan a la venta en ferias locales y para su consumo propio.

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