El Kasama incomoda a la Iglesia Católica

Al lanzamiento de la fiesta Kasama asistieron las autoridades de Santo Domingo y los chamanes de las 7 comunas

Al lanzamiento de la fiesta Kasama asistieron las autoridades de Santo Domingo y los chamanes de las 7 comunas

Al lanzamiento de la fiesta Kasama asistieron las autoridades de Santo Domingo y los chamanes de las 7 comunas. Foto: Juan Carlos Pérez / EL COMERCIO

La fiesta de mayor importancia para la cultura Tsáchila es el Kasama, que en idioma tsa’fiki significa Nuevo Año. Según el guía turístico Henry Calazacón, la celebración ha tenido varios cambios en los últimos 100 años.

Hace cuatro décadas se dejó de realizar debido a que los tsáchilas perdieron interés en reunirse porque no había caminos habilitados. Entonces, prefirieron celebrarlo por separado en las siete comunas, con rituales más íntimos. Así lo aseguró el exgobernador tsáchila Héctor Aguavil.

Pero desde hace 20 años, la tradición se retomó por la iniciativa de los jóvenes, que no querían que las costumbres se perdieran. “La fiesta se hizo comercial. Los tsáchilas ofrecían rituales para turistas”, señaló Aguavil. Este año, la celebración duró una semana -entre el 21 y el 27 de marzo- y contó con el apoyo de la Prefectura de Santo Domingo. Fue en la comuna Chigüilpe.

Se instalaron pequeños puestos elaborados con caña guadúa y paja. Ahí ofrecían artesanías, comida típica y consultas con los vegetalistas tsáchilas. Además, se presentaron agrupaciones musicales.

Mateo Calazacón, presidente de la comuna Chigüilpe, aseguró que este año lograron que la fiesta se celebrara en un solo lugar. Con ello aprovecharon para recordar tradiciones como la molienda de la caña y juegos tradicionales.

Pero Albertina Calazacón, operadora turística de Chigüilpe, afirmó que este año la organización se fijó solo en lo comercial. “Fue solo fiesta”. Ella recuerda que antes era una actividad para renovar las energías. “El Kasama se celebra junto con la Semana Santa. Por eso no se hacían fiestas sino rituales espirituales”.

Este año, los feligreses de la Iglesia Católica Cristo Luz del Mundo, de la comuna Chigüilpe, se quejaron de la fiesta Kasama. Eso debido a que se celebró a pocos metros de la iglesia y el ruido no dejaba escuchar la eucaristía.

Justificaron que fue debido a estos actos, por los que no se hicieron peregrinaciones por la crucifixión, que es parte de la tradición de Semana Santa.

Eso motivó a que el obispo de Santo Domingo, Bertram Wick Enzler, enviara una carta a la Gobernación tsáchila. En el documento, la Iglesia pedía a los tsáchilas respeto por sus tradiciones.

El gobernador tsáchila, Javier Aguavil, organizó una reunión con los presidentes de las siete comunas. Una de las propuestas fue el cambio de fecha de la fiesta. Pero no todos los tsáchilas estuvieron de acuerdo. Según Manuel Calazacón exgobernador tsáchila, al cambiar el día se pierde parte de la tradición. “Se puso en esa fecha porque el calendario coincide con el solsticio. Para nosotros ahí se inicia un nuevo año”, señaló.

Pero Albertina Calazacón señala que el Kasama solo se establece de acuerdo a la Semana Santa porque son fechas de feriado y se puede atraer a los turistas nacionales. “Se debe respetar también la tradición católica que nos inculcaron nuestros antepasados”.

Flavio Calazacón, de la comuna El Poste, aseguró que los ancestros tsáchilas creían en el dios sol o pipoa, en tsa’fiki. Pero luego fueron evangelizados. “Solo combinamos nuestras creencias. Le pedimos a Jesús y la naturaleza que nos permita curar enfermos”.

Según la Diócesis de Santo Domingo, los primeros creyentes fueron los misioneros dominicos, de los cuales Santo Domingo recibió su nombre, en 1930. Años después llegarían los padres mercedarios, los lazaristas, entre otros.

El gobernador tsáchila aseguró que todavía no se toma una resolución. El Consejo de Ancianos Tsáchila deberá reunirse. “Acordamos que seremos más prudentes para no incomodar a los demás”.

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