Los creadores de juguetes se reunieron en la Universidad de las Américas. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
El número de personas con obesidad y sobrepeso crece cada año en Ecuador y el mundo, y ‘Anteojitos’ lo sabe. Por eso, en cada encuentro con los niños, los motiva a balancear su dieta con alimentos naturales, ricos y saludables.
Anteojitos es el nombre del proyecto con el que el ingeniero Jorge Granda, de 35 años, compite en la III edición del concurso Microemprendedor del Año, una iniciativa que tras varias evaluaciones reúne a 34 emprendimientos. Estos compiten por el primer lugar en las categorías Juguetes educativos, Juguetes para personas con capacidades diferentes, Juguetes para los adultos mayores y Juguete innovador.
Anteojitos es un oso de peluche programado para que los infantes jueguen a alimentarlo a través de unas tarjetas.
Nutrición. Anteojitos promueve entre los niños una alimentación sana y equilibrada, lejos de la ‘chatarra’.
Cuando el infante le brinda una hamburguesa, por ejemplo, el oso muestra, en una pantalla instalada en su pecho, un gesto de desagrado y le pide que intente con otro alimento. Sonríe cuando le brindan una buena porción de ensalada.
La idea de crear a Anteojitos surgió hace un año y, tras la apertura del concurso, Granda aprovechó para difundir el proyecto. Se inclinó por el oso de anteojos porque descubrió que ese animal es originario de la Sierra ecuatoriana y que está en peligro de desaparecer.
El tema de la nutrición saludable surgió después de conocer las cifras del último informe de la Ensanut. “Hay un aumento de la obesidad y sobrepeso. Estamos preocupados porque ambas enfermedades producen otras como la diabetes e hipertensión”, dice.
Educación. Estos cuerpos divierten y enseñan sobre anatomía humana mediante figuras divertidas.
Luis Salazar, director ejecutivo de la Fundación Junior Achievement, explicó que los juguetes debían ser innovadores, y también educativos e inclusivos. Esa Fundación, junto a Citibank y con el respadol el académico de la Universidad de las Américas, organizaron el concurso que inicialmente reunió a 259 propuestas.
Otro prototipo que cautivó fue Magic Castle, desarrollado por cinco estudiantes de la Facultad de Ingeniería de Diseño Industrial de la Universidad Central del Ecuador. Se trata de un proyecto que busca, a través del juego, mejorar la capacidad motriz de niños entre los cuatro y seis años.
El castillo contempla cinco juegos, que fueron adaptados a las necesidades de los más pequeños durante un estudio de campo, contó Belén Fuerez, que trabajó en el proyecto. Elaborarlo fue complicado, pero tras varias pruebas y la aprobación de un profesor quedaron satisfechas.
Rompecabezas 3D. Promueve el desarrollo de la creatividad y memoria de los niños. Hay diferentes prototipos.
Tras la experiencia motivaron a los creadores del proyecto a continuar con la difusión de los concursos, pues consideran que son una oportunidad para sacar a flote su ingenio y con un poco de suerte para iniciar un emprendimiento.
El primer lugar de cada categoría recibirá USD 5 000. Ese dinero se destinará a la producción de un lote de juguetes que serán puestos a la venta en tiendas aliadas.