Los integrantes de la Fundación Jóvenes contra el Cáncer, presentes en la celebración. Foto: Valeria Heredia/EL COMERCIO
“Queridos guerreros es una alegría que hayan venido a decir ‘tengo cáncer pero sigo luchando'”. Esa fue una de las frases de Gustavo Davila, director general de la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer del Ecuador, en el evento por los nueve años de aniversario, desarrollado este miércoles 28 de octubre de 2015.
En la conmemoración estuvieron presentes estudiantes de instituciones como el Colegio 24 de Mayo, la Unidad Educativa Experimental Manuela Cañizares, el Colegio Municipal Sucre, entre otros.
El mensaje de cuatro jóvenes que enfrentan esta enfermedad conmovió a los asistentes. Participaron Jéssica Alomoto, Darwin Quilumba, Peter Aráuz y Cristina Aspiazu.
Los cuatro luchadores destacaron la importancia de apreciar la vida. Jessica tiene cáncer al ovario. Ella aseguró es necesario amarse y mantener la calma. “Así lograremos que nuestro interior esté bien. Al igual que nuestras familias“.
En esto coincidió Darwin Quilumba, a quien le diagnosticaron cáncer a la piel. El joven hizo un llamado a la reflexión para que los colegiales valoren su vida y la respeten. Actualmente, estudia en la universidad y a futuro aseguró que se convertirá en un médico para curar enfermedades como la que padece él.
Peter Aráuz, también, se considera un luchador. Él tiene cáncer testicular. Dijo que la enfermedad ha sido una experiencia de vida y un reto. Por lo que sostuvo que los jóvenes deben aprovechar la vida . “No hay que malgastar la vida en el alcohol o las drogas. Ustedes son capaces de decidir”.
Mientras tanto Cristina Aspiazu, quien lleva un año y medio luchando contra el cáncer linfático, aseguró que la vida hay que lucharla y seguir caminando.
En el evento se hizo una condecoración a los cien nuevos guerreros que se integraron a la fundación. Les entregaron una medalla por su lucha constante y sus deseos de vivir.
Al acto acudieron el alcalde Mauricio Rodas y su esposa María Fernanda Pacheco. Además estuvo Fabricio Vallejo, subsecretario del Distrito Metropolitano de Quito, en representación del Ministerio de Educación.
Las familias de estos guerreros también se hicieron presentes. Cesar Velasco es padre de uno de los jóvenes. En enero, su hijo de 12 años se cayó. Le realizaron un chequeo y los médicos determinaron que tenía osteosarcoma. Relató que el cáncer es demasiado agresivo porque luego de la operación, en la que le extirparon la pierna, el mal avanzó por todo su cuerpo. Ahora, dijo, solo debe esperar porque ya no se puede hacer nada.
Pese a esta realidad, el joven y su familia se mantienen unidos y con deseos de seguir adelante. Lo lograrán.
Los pacientes con cáncer necesitan el apoyo de todos. Gustavo Davila recalcó que “es mejor conmemorar la vida”, luego si fallecen, nada se puede hacer.
Al momento, en la fundación hay 507 guerreros. En estos años han tenido que lamentar la muerte de 187 personas.
Sin embargo, el directivo aseguró que es necesario seguir ayudando a las personas que padecen esta enfermedad. Son 12 jóvenes en estado crítico. “Se necesita sangre, plaquetas, para que nuestros compañeros sigan luchando”.