Un día después del del terremoto estos jóvenes llegaron al parque Bicentenario para recolectar donaciones. Hasta ahora (3 de junio de 2016) continúan trabajando allí. Foto: EL COMERCIO.
Ellos no han bajado la guardia. Mantiene su alegría y sus ganas de ayudar en la elaboración de los kits para las personas afectadas por el terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter. Se trata de Xavier Fraga, Ronny Carranza y Andrea Arteaga. Los tres acuden desde el domingo 17 de abril del 2016, un día después del movimiento telúrico, al parque Bicentenario, en el norte de la urbe.
Han pasado 45 días y sus ánimos se mantienen. Han organizado su tiempo para acudir a las jornadas extensas de voluntariado. Lo hacen a partir de las 08:00 y su salida depende del día o de la carga que sale a diario desde este sector del norte de la urbe hacia las diferentes localidades afectadas por el terremoto.
Xavier Fraga es un joven de 24 años que acudió al Parque Bicentenario con el objetivo de ayudar a los damnificados de la Costa ecuatoriana. Lo hizo el domingo 17 de mayo del 2016. Reconoce que es un proceso largo para reconstruir las poblaciones afectadas por el terremoto. “Me nace y lo hago de corazón”, dijo.
La organización de su tiempo fue sencilla, ya que su universidad le apoyó en este trabajo solidario. “Estoy a punto de graduarme de gastronomía en la UDLA y me facilitaron el tiempo”, señaló.
Además le ayudaron en la Concentración Deportiva de Pichincha para que salga unas horas antes. Cuenta que en este tiempo sacó una experiencia positiva: Ecuador y los ecuatorianos demostramos que Ecuador es unido.
Fraga indicó que la ayuda y el voluntariado han disminuido. “Necesitamos más personas que vengan al Bicentenario para que apoyen al traslado de los productos”, señaló.
De igual forma, la experiencia de Ronny Carranza en este voluntariado ha sido más que positiva porque significó una ayuda a sus amigos y parientes de la Costa ecuatoriana. Él es atleta y empezó con la recolección de vituallas para los damnificados. Los días pasaron y entregó las donaciones en el Bicentenario.
Carranza señaló que las personas que tengan buen corazón pueden acercarse de 08:00 en adelante para apoyar en la elaboración de kits de alimentos, de aseo, de limpieza y demás. “Se necesita manos para que ayuden a embarcar los kits en los carros que salen hacia la Costa”, dijo.
Andrea Arteaga, de 26 años, comenzó como voluntaria en la zona de carga; luego pasó a la elaboración de kits y, ahora, coordina cómo se arman los mismos para ayudar a los damnificados. Al principio, la joven quería ir a la zona de desastre. Después que pasaron los días le encantó ayudar en la organización de los productos.
Cuenta que no quiere que el lugar se quede sin voluntarios. “Tenemos que dar el ejemplo, es decir, seguir ayudando”, comentó. La joven, quien en los próximos meses ingresará a una nueva carrera, señaló que se mantendrá como voluntaria. “Es algo que tengo que hacerlo porque es parte de mi vida”, finalizó.