Jalal Dubois. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO.
Con motivo del Día de la Felicidad, el presentador de TV y locutor de radio Jalal Dubois compartió con EL COMERCIO su recuerdo más feliz de la vida. Como él, personalidades del Ecuador respondieron tres preguntas sobre el momento más feliz de su vida y explican por qué lo fue.
¿Cuál ha sido o es el momento más feliz de su vida?
Hay muchos momentos felices en mi vida. Creo que la vida sí se compone de momentos y depende de tu entorno.
Si tengo que escoger uno, sin duda, sería el nacimiento de mis hijas, pero fueron dos felicidades distintas. Con la primera -mi hija Zoé, puede sonar cliché, pero después de tanto miedo –porque ser padre por primera vez te da miedo.
Yo sé que suena súper etéreo; pero ser feliz es una condición de adentro del corazón, no situacional.
Creo que es una cosa muy de adentro. No depende de cuánta plata tienes y qué estudiaste, sino depende de ti, de lo que has decidido para ser feliz, de hacer lo que quieres y lo que te gusta. Lo que sí sé es que no tienes que poner tu afecto en las cosas de este mundo.
¿Qué lo hace feliz?
Muchas cosas. Creo que soy feliz; lo que significa que he escogido bien mis cosas para que me hagan feliz. Desde cosas chiquitas como que mi hija me abra el ojo en la mañana y me diga “buenos días, papi”, y la más chiquita diga “días”… ya es buenos días.
Una canción me puede cambiar el día. Estar con mi familia es lo que más felicidad me da, lo que más me gusta hacer. Son muchas cosas, se componen de momentos que son causas de felicidad.
Pero de ahí un buen pastel, un buen plato de seco de pollo, música, la risa de mis guaguas –si existiera el cielo y el infierno como nos dicen, el cielo estaría lleno de risas de guagas-.
¿Qué persona lo hace feliz?
Muchas personas. Es difícil porque trabajo en un lugar donde me paso riendo, se puede confundir el humor con la felicidad. Pero ese buen humor viene de la felicidad de hacer lo que me gusta. En ese camino te encuentras con un montón de gente que te da felicidad.
Aunque suene cliché, mi familia me da felicidad, mis guaguas me pueden cambiar el genio. Soy feliz, pero puedo estar malgenio, o puedo llegar malgenio a la casa, mas con solo verles a mis guaguas, se me pasa todo
Lea aquí todas las historias: