La WWF monitorea el estado de las poblaciones de jaguares en la región Amazónica, a través de cámaras-trampa. Foto: cortesía WWF
El jaguar ha dejado de ser un objeto de culto para convertirse en una de las principales víctimas de la caza y la deforestación en el país. Esta especie, que era considerada por las culturas aborígenes un símbolo de poder y de conexión con los dioses, ahora está próxima a desaparecer de la Costa ecuatoriana.
En el Día Internacional del Jaguar, que se conmemora este viernes 29 de noviembre del 2019, se busca recordar la importancia de conservar a esta animal en la región.
Según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la especie ha perdido la mayoría de su hábitat natural en la Costa de Ecuador. Antes habitaban en toda esta zona, mientras que ahora solo existen pocos individuos en Esmeraldas, en la Reserva Cotacachi-Cayapas y en algunos bosques relictos de esta área.
Diego Tirira, biólogo e investigador de la Fundación Mamíferos y Conservación, estima que, en el mejor escenario, quedan 20 jaguares en la Costa ecuatoriana. En los últimos cuatro años solo han obtenido tres registros en esta zona. Tirira considera que el hábitat del jaguar en esta zona ha disminuido hasta en un 90%, sobre todo en los últimos 50 años.
Según un estudio que Tirira realizó en comunidades de la Costa, la extinción masiva de estos animales en la zona habría ocurrido en los años 50 y 60. Ahora, el animal está considerado ‘En Peligro Crítico’ en esta región del país, a diferencia de los jaguares de la Amazonía, que están clasificados como ‘En Peligro’.
WWF explica que este animal ha perdido un 30% de su hábitat original en la región Amazónica. Entre 2018 y 2019, esta organización realizó un estudio con cámaras- trampa en el corredor Napo-Putumayo (Ecuador-Colombia-Perú), donde se determinó la existencia de alrededor de 2 000 jaguares.
Jessica Pacheco, quien lideró el estudio de WWF, explica que la situación de la especie es más alentadora en la región Amazónica, que en la Costa, donde no se ve un futuro favorable. “Nuestra Amazonía aún mantiene importantes zonas de bosques dentro de áreas protegidas y territorios indígenas”, dice Pacheco.
En el país existe un Plan de Acción para la Conservación de Jaguar, que promueve la investigación y conectividad del hábitat del jaguar, el desarrollo de medios de vida sostenibles para las comunidades amazónicas, programas de educación y estrategias para la coexistencia entre los jaguares y las comunidades.
WWF explica que las personas también pueden contribuir a la conservación del jaguar a través del consumo responsable de alimentos. Esto evitará la expansión de la frontera agrícola, que es la causa principal de la desaparición del hábitat de este animal.
Otra recomendación es no consumir carne de monte, ya que la guanta y la danta son presas importantes para el jaguar. Su caza afecta a las poblaciones del felino y es una acción penada por la ley.