El ishampi es un instrumento de comunicación para los tsáchilas

Para iniciar una celebración primero se entona el ishampi para atraer al danzante. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO.

Para iniciar una celebración primero se entona el ishampi para atraer al danzante. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO.

Para iniciar una celebración primero se entona el ishampi para atraer al danzante. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO.

El ishampi es un instrumento musical de barro con el que los tsáchilas se comunicaban hace más de 200 años.

Este instrumento de viento tiene la forma de una vasija con pequeños orificios en el cuerpo. Antes era utilizado únicamente por los hombres tsáchilas, ya que a través de este artículo los cazadores se comunicaban entre sí, para reu­nirse en un lugar y salir al bosque a cazar.

Ellos hacían los sonidos característicos de las aves que se encontraban en los bosques nativos. Cada entonación tenía un significado. Cuando el sonido era prolongado, esto podía significar que debían salir de caza lo antes posible.

Mientras que si el sonido era corto y repetitivo, era un anuncio para socializar alguna reu­nión o planificar la fiesta Kasama (Nuevo Amanecer), que es la celebración más tradicional de la nacionalidad radicada en Santo Domingo.

El ishampi es uno de los instrumentos musicales que ya han desaparecido en la mayoría de comunas tsáchilas.

En Chigüilpe aún se conserva uno en el centro cultural y turístico Mushily.

Abraham Calazacón, líder de Mushily, señaló que este objeto ha sido heredado por varias generaciones. Pero al no tener un registro escrito de la historia musical, no se puede determinar si este instrumento fue creado por los tsáchilas o se adquirió durante un trueque con otra cultura, como fue el caso de la marimba.

Este instrumento llegó a la nacionalidad a través de un intercambio con la nacionalidad Chachi, de Esmeraldas.

Sin embargo, los historiadores orales tsáchilas cuentan historias acerca del ishampi.

El historiador tsáchila José Calazacón afirma que los abuelos nativos contaban que era peligroso entonar este objeto sin un propósito, porque los sonidos podrían divagar y atraer energías negativas. “Para la cosmovisión tsáchila, la música es un ritual especial con objetivos medicinales, curativos, de comunicación o de diversión”.

Por esa razón, el ishampi se utiliza muy brevemente antes de iniciar una ceremonia espiritual o una danza en una fiesta de la nacionalidad.

En las ceremonias de curación solamente puede ser entonado por el chamán.

Se utiliza para enviar un mensaje a los dioses de la naturaleza, con el que le advierte que necesitan su ayuda en el ritual. Luego bebe la ayahuasca (alucinógeno) para poder comunicarse con los dioses y que lo guíen en la sanación.

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