En sus experimentos, los farmacólogos pudieron aliviar no solo los síntomas agudos sino también los crónicos de la picazón. Foto: Twiter Universität Zürich@uzh_news
Investigadores de la Universidad de Zúrich (Suiza) descubrieron un nuevo enfoque con dos receptores en la médula espinal y un fármaco experimental que suprime la comezón. Luego de una serie de experimentos en ratones y perros a los que aliviaron con éxito diferentes formas de picazón aguda y crónica.
“Todo el mundo conoce la sensación de comezón desagradable después de haber sido mordido por un mosquito. Afortunadamente, se puede aliviar con una cantidad de medicamentos disponibles en el mercado. Sin embargo, estos fármacos son en gran medida ineficaces cuando se trata del implacable y debilitante deseo de rascarse que experimentan los pacientes que padecen enfermedades de la piel, los riñones o el hígado”, explican los investigadores.
Hanns Ulrich Zeilhofer, profesor del Instituto de Farmacología y Toxicología de la Universidad de Zúrich, y su grupo de investigación descubrieron una nueva forma de aliviar la picazón.
Utilizaron un fármaco experimental para aumentar el efecto de neuronas específicas en la columna vertebral que evitan que las señales de comezón se transmitan al cerebro.
Los científicos localizaron y describieron previamente estas neuronas hace tres años. Desde entonces, utilizan modelos genéticos de ratón para identificar dos receptores específicos que controlan el efecto de las neuronas espinales.
Son parte de un gran grupo de receptores que se activan por el aminoácido transmisor ácido gamma-aminobutírico, o GABA. Con estos receptores GABA, las benzodiazepinas, una clase de medicamentos utilizados para tratar el insomnio, la ansiedad o la epilepsia, interactúan.
El fármaco experimental utilizado por los investigadores en su estudio, que se desarrolló originalmente como un medicamento para la ansiedad, interactúa con los dos receptores identificados. En sus experimentos, los farmacólogos pudieron demostrar que no solo suprime el picor agudo, sino que también es efectivo contra la comezón crónica.
Los ratones que se administraron con el medicamento se rascaron con menos frecuencia, y sus cambios en la piel sanaron significativamente más rápido que en los animales que recibieron un placebo.
El mismo efecto de supresión de picazón también se observó en las pruebas con perros llevadas a cabo por los investigadores, en cooperación con el Departamento de Veterinaria de la Universidad de Zurich. Además, el fármaco no causaba efectos secundarios obvios no deseados.
Hanns Ulrich Zeilhofer es optimista sobre los resultados del estudio: “Confiamos en que la sustancia que probamos también será efectiva en los humanos. Al igual que los seres humanos, los perros también suelen sufrir picor crónico. Por lo tanto, también pueden beneficiarse del enfoque”.
Los investigadores ven un “gran potencial” en su descubrimiento y presentaron una solicitud de patente. Están cooperando con compañías que desarrollan el compuesto como un medicamento para uso en medicina humana y veterinaria.