Crepidotus mollus es una especie de hongo presente en los Andes. Foto: Cortesía Rosa Batallas/ Inabio
Los hongos tienen una variedad de colores, formas y usos. Sin embargo, el estudio de estos seres vivos no ha sido ampliamente difundido. En el mundo, solo el 5% de su diversidad ha sido clasificada. En Ecuador, su investigación y sus aplicaciones se están divulgando con más fuerza en los últimos años.
El Catálogo de hongos de la Colección Micológica del Herbario Nacional del Ecuador (QCNE) del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), publicado la semana pasada, es uno de los aportes más recientes a este campo en el país.
El artículo, difundido en la revista científica ACI Avances en Ciencias e Ingenierías de la Universidad San Francisco de Quito, recopila la información de 4 400 hongos que constan en este repositorio y que fueron recolectados en distintas regiones del país.
Rosa Batallas, investigadora y responsable técnica de la colección micológica del Herbario Nacional del Inabio, explica que este repositorio fue creado en 1999. Esta colección es una de las dos más grandes que existen en el país. La otra se encuentra en las instalaciones de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. La Universidad Técnica Particular de Loja también está trabajando en esta área.
Por eso, la idea de hacer esta publicación era contar con un registro de todas las especies que se encuentran en el Herbario Nacional y así tener una idea de cuántas variedades hay en el país. En el repositorio del Inabio se contabilizaron 319 especies de hongos. De estas, 119 pertenecen al grupo Ascomycota y 199 a Basidiomycota.
Batallas dice que se estima que existen alrededor de 900 especies en Ecuador. Hasta el momento no existe un listado oficial. Los investigadores buscan compilar la información de todas las colecciones para construir un registro nacional.
En esta publicación también participaron Gabriela Fernanda Moya-Marcalla y Daniel Navas Muñoz. Batallas cuenta que el número de personas que se interesa en este campo aún es bajo en el país. Esto ha llevado a que no se conozca mucho sobre estos seres, aunque son abundantes. Por cada planta, se estima que hay seis hongos.
Clathrus archeri es una de las especies de hongos presentes en Ecuador. Foto: Cortesía Rosa Batallas/ Inabio
Además, desempeñan un papel importante en los ecosistemas. Estos son considerados los mayores descomponedores de materia orgánica, junto con las bacterias. Otra de sus funciones es actuar como bioindicadores ambientales, es decir, su presencia ayuda a determinar si un ecosistema se encuentra en estado saludable.
Los hongos se encuentran en diversas regiones del país. Batallas explica que hay una gran variedad de los conocidos como “de sombrilla” en las zonas montanas o bosques nublados de Ecuador. En las áreas amazónicas o en tierras bajas los más abundantes son los llamados “hongos de repisa”. Estos últimos degradan la celulosa de la madera.
Según los investigadores, aún es necesario realizar más estudios relacionados a los hongos en la Costa, Amazonía y en la parte sur del país.
Actualmente, el uso de estos también se ha diversificado. Algunos investigadores los utilizan en el campo de la biotecnología o para obtener biopolímeros. En otros casos, los hongos son empleados para remediar áreas de contaminación ambiental.