Foto referencial. Afectados por el terremoto de abril del 2016 reciben donaciones en Manabí. La Iglesia Católica invirtió USD 5 millones en ayuda. Foto: Archivo/EL COMERCIO
Acompañamiento espiritual, ayuda para emprendimientos, reparación y reconstrucción de viviendas fueron parte de las acciones que se gestionaron a través de tres instituciones católicas a favor de los damnificados del terremoto del 2016.
Parte de esa labor que realizaron la Pastoral Social Cáritas, la Compañía de Jesús y la Conferencia Ecuatoriana de Religiosos se dio a conocer este 23 de octubre de 2017, en Quito.
Los representantes de cada entidad hablaron sobre los ejes de acción en las zonas afectadas a más de un año de ocurrido este desastre natural. La intervención de estas tres instituciones religiosas en las zonas afectadas fue de USD 5 191 512.
Monseñor Julio Parrilla, presidente de Cáritas Ecuador, afirmó que durante una primera fase de trabajo se entregaron 7 000 kits de alimentos, 1 000 de menaje y 70 de herramientas.
También emprendieron nuevos proyectos sobre agroecología para que las familias afectadas tuvieran sus propios sustentos de alimentación. En estos programas participaron 620 familias mientras que otras 2 000 recibieron guías y recursos para crear sus propios negocios.
Las tres entidades también se unieron para viabilizar la reparación y construcción de 1 064 viviendas, a través de entidades como Hogar de Cristo, que se enfocó sobre todo en la construcción de casas con materiales ecológicos como la caña guadúa.
“Este tipo de estructuras ha mejorado la calidad de vida” de los afectados, dijo Gustavo Calderón, de la Compañía de Jesús. Los trabajos de reconstrucción incluyeron a 32 iglesias locales y cinco centros comunitarios de formación, que resultaron afectados por el sismo.
“Es más lo que hemos recibido que lo que pudimos dar”, dijo Rafael González, de la Conferencia Ecuatoriana de Religiosos, quien agregó que solo de esta institución acudieron más de 100 misioneros a las zonas afectadas.