La ‘silla sin silla’ (Chairless Chair) es el último invento de la start-up suiza Noonee, que permite justamente sentarse sin necesidad de tener un asiento disponible.
La creación consiste en un exoesqueleto -una de las últimas modas de la tecnología, un tipo de estructura que se está usando en particular para devolver movimientos a las personas paralizadas– ubicado en torno a las piernas.
El exoesqueleto en cuestión puede ser transportado en forma constante ya que no impide ni caminar ni correr: en cambio, cuando se quiere adoptar una postura estática, alcanza con bloquearlo, y es cuando se transforma en el novedoso ‘asiento’.
‘La idea viene del deseo de poder sentarse en cualquier parte, y en cualquier momento, y esto me ocurrió desde que a los 17 años empecé a trabajar en una fábrica de embalajes’, explicó a los medios estadounidenses el dueño de la start-up, Keith Gunura.
Con un diploma de la Escuela Politécnica Federal de Zurich en la mano, el creador de Noonee logró reunir 130.000 francos suizos (casi el mismo equivalente en dólares) para realizar su proyecto. Los fondos fueron recaudados a partir del sistema de crowdfunding Venture Kick.
La ‘silla sin silla’ todavía no está siendo comercializada pero sí fue patentada, y está destinada sobre todo a los empleados que trabajan parados o en cadenas de montaje. Con este sistema -promete Gunura- los obreros tendrán menos problemas musculares y por lo tanto serán más productivos.
Una de las ventajas es que ni siquiera hace falta tomar una postura sentada. También es posible estar parado y mantenerse gracias al exoesqueleto, que permite apoyar el peso en el aparato más que en las piernas.
Cuando llegue a la comercialización, el objeto debería pesar dos kilos. Su precio no se conoce todavía, pero la empresa espera que sea lo más bajo posible: mientras tanto, este mes está siendo probado en una empresa automotriz alemana.