La Universidad de Guayaquil vive este lunes 7 de noviembre de 2016 su último día de intervención. Foto: EL COMERCIO.
‘Bienvenid@s a la UG del futuro’. El letrero resalta en el ingreso a la Universidad de Guayaquil, que este lunes 7 de noviembre de 2016 vive su último día de intervención.
Las clases retomaron su ritmo regular después del largo feriado y tras la campaña que se intensificó a fines de octubre con la elección rector y vicerrectores.
La universidad más grande del país entra en una fase de transición entre el acompañamiento ordenado por el Consejo de Educación Superior (CES), por irregularidades detectadas en el 2013; y el mando que asumirán las nuevas autoridades el martes 8 de noviembre.
Para esta noche se organiza una ceremonia por el fin de la gestión de los interventores, a la que asistirá René Ramírez, secretario de Educación Superior y expresidente del CES. El encuentro será en el Centro de Docencia e Investigación para el Desarrollo Humano y el Buen Vivir, una extensión ubicada en el norte de Guayaquil, lejos del tradicional campus Salvador Allende. Ahí también se anunció el ascenso de la institución de la categoría D a la B, en septiembre pasado.
Los interventores emitieron hoy sus reportes finales sobre la Universiadd de Guayaquil. Foto: EL COMERCIO.
En este último día, los interventores terminaron de emitir sus reportes finales. Luis Carmenate, el tercer presidente que tuvo la Comisión de Intervención y Fortalecimiento Institucional (CIFI), explica que muchos proyectos quedan en marcha.
Uno de ellos es el establecimiento de un modelo educativo ecológico, aprobado en este año y que deberá ser aterrizado en cada unidad académica. Y aunque se ha avanzado en la contratación de cerca de 900 docentes, mediante cinco concursos de méritos y oposición, Carmenate asegura que aún resta contar con más educadores, con perfiles de master y doctores.
Elvis Paz y Evelyn Hidalgo cursan el octavo semestre de Ingeniería en Marketing, en la Facultad de Ciencias Administrativas. Ambos coinciden en que ahora la universidad cuenta con mejores docentes.
“Están más preparados, porque tienen maestrías. Antes había profesores que no estaban preparados para determinadas áreas específicas”, dijo Paz. “Y ahora hay materias que sí van acorde con la carrera, porque antes nos daban muchas materias que no eran necesarias”, continuó Hidalgo.
Pero los dos también concuerdan en que se deben implementar mejoras en áreas como el sistema de pasantías y prácticas. “Los estudiantes tenemos que buscar una empresa y venir con todos los papeles para que nos aprueben las prácticas. Deberían tener convenios con empresas, como hacen otras universidades”, comentó el joven.
Las nuevas autoridades tienen planes para establecer convenios locales con otras universidades. Foto: EL COMERCIO.
Las nuevas autoridades tienen planes para establecer convenios locales con otras universidades, institutos de investigación, incluso empresas. En el tema de maestrías, por ejemplo, Carmenate explica que llegaron a un acercamiento con la Universidad Técnica de Machala para abrir un programa de posgrados conjunto.
“También está pendiente la selección de los investigadores para los nueve centros de excelencia que fueron presentados recientemente. Se atrasó la obra civil en algunos de estos centros y por eso no los podemos dejarlos inaugurados. Pero todo el equipamiento está aquí”, explicó el presidente de la CIFI en relación a los centros de investigación que fueron planteados años atrás.
A esto se suman los planes prospectivos que deja la Comisión Interventora. Uno de ellos está planteado al 2020 y se enfoca en llevar a la U. de Guayaquil a la categoría A en el escalafón del Ceaaces. Este plan tendrá una previa evaluación entre el 2018 y el 2019.
El rector electo, Galo Salcedo, dice que respetará los modelos establecidos y que los continuará. “Falta un tramo para llegar a la categoría A. Vamos a continuar. Claro que se podrían reajustar estrategias y métodos”, dijo.
Diana y María Peña ingresaron hace pocos días a su primer semestre, en carreras distintas. Las hermanas no vivieron la intervención, pero sí han escuchado comentarios del antes y el después. “Se ve que está mejorando y es posible subir a la A. Pero hay que trabajar mucho, con más orden”, dice Diana.