Las tradiciones montuvias y afros se llevan a los escenarios

Hace poco, este elenco cultural obtuvo el primer lugar en el Festival de Artes al Aire Libre de Guayaquil. Foto: Cortesía Pata E’ Pajaro

Hace poco, este elenco cultural obtuvo el primer lugar en el Festival de Artes al Aire Libre de Guayaquil. Foto: Cortesía Pata E’ Pajaro

Hace poco, este elenco cultural obtuvo el primer lugar en el Festival de Artes al Aire Libre de Guayaquil. Foto: Cortesía Pata E’ Pajaro

Las vivencias ancestrales de los pueblos montuvios y afrodescendientes motivaron a un grupo de jóvenes a rescatar esas historias a través del teatro.

Con atuendos acordes a los personajes más renombrados de esos grupos autóctonos de la Costa ecuatoriana, el colectivo Pata E’ Pájaro Teatro trata de mantener en la memoria de los manabitas esos acontecimientos que por años se fueron replicando por medio de la tradición oral de generaciones.

Algunos mitos y vivencias en los campos y áreas pesqueras de esas zonas tienen como protagonistas a los hombres y mujeres montuvios y afros de Manabí y Esmeraldas. En la obra ‘Los Tundas’ se fusionan ambas culturas. Héctor Palma, director del colectivo, cuenta que los ancestros de ambas provincias narraban a sus hijos sobre la existencia de unos personajes que se hacían llamar “los primeros seres de la Tierra.

Los jóvenes activistas recrean esta leyenda con la ayuda de zancos. Enseguida, una pareja salta a las tablas y, mientras caminan a pasos, insisten en que ellos habitaron hace años en las tierras de Manabí y Esmeraldas.

“Mientras bajaban de una montaña, decían a la gente que eran los primeros seres que nacieron del vientre de la Tierra”. Incluso hablan de la mitología ancestral ligada al Duende y la Tunda, personajes temidos por las generaciones antiguas debido a que en el imaginario de la gente se los conoció como los espíritus de la oscuridad, agrega Palma.

Los personajes que son parte de la obra visten el pantalón y camisa tradicional del hombre montuvio, mientras que la mujer luce un faldón de color blanco hilvanado con figuras. De esa forma, los jóvenes activistas llevan a la escena otra de las tradiciones de su pueblo. Ellos señalan que Los Tundas, además, fueron conocidos por sus encantos a la hora de enamorar. Esta obra es recordada en Pedernales debido a que fue una de las que más se hizo popular tras el terremoto del 16 de abril del 2016.

Los chicos de Pata E’ Pájaro Teatro, hoy integrado por 10 jóvenes, la llevaron de pueblo en pueblo para levantar el estado anímico de los afectados. “Llegamos a las carpas y albergues con un mensaje de alegría y, sobre todo, de nuestra tradición. Fue duro al principio porque la gente estaba angustiada y con pánico, pero paulatinamente nos pedían que replicáramos la obra en otras partes”, explica el director, Héctor Palma.

El evento telúrico también llevó a este colectivo a emprender en la construcción de una obra en memoria de los afectados y fallecidos. ‘No te he llorado abril’ y ‘¡Pedernales, levántate!’ son los títulos de un cortometraje y video que aún está en fase de preparación. A la par de estos ensayos, el grupo asiste a invitaciones en provincias donde sus obras se han conocido a través de videos publicados en redes sociales.

En octubre pasado, por ejemplo, fueron invitados a participar en el festival de artes libres del Municipio de Guayaquil. Con la obra Abrazando el agua, ellos obtuvieron el primer lugar en la categoría teatro. En ese mismo mes, la Universidad San Gregorio de Portoviejo les dio un reconocimiento por su participación en el festival de teatro que organizó el centro de estudios.

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