En las obras de Paúl Toledo sobresalen la protección a la naturaleza, la flora y la fauna. También recogen la cultura y las raíces amazónicas. Foto: Cortesía Paúl Toledo
Las paredes de los edificios, coliseos, unidades educativas y sitios turísticos de la ciudad de Puyo, en Pastaza, lucen coloridos y atractivos. Estos espacios se convirtieron en los sitios ideales para que artistas de la zona pintaran grandes murales que resaltan la fauna, la naturaleza, la selva, a los habitantes de los pueblos ancestrales y a los animales de la Amazonía.
También símbolos como la ayahuasca, una bebida alucinógena que usan los chamanes o yachaks para representar los sueños y saber qué hacer en la toma de decisiones. Los artistas plásticos Paúl Toledo y Jairo Grefa son los autores de las obras en esta ruta cultural donde los turistas nacionales y extranjeros aprenden parte de los saberes ancestrales, la cultura de los pueblos y conoce la flora y la fauna amazónica.
Paúl Toledo cuenta que para poner en escena cada una de sus obras pictóricas con contenido intercultural investigó y convivió con los más ancianos de las nacionalidades Secoya, Waorani, Shuar y Achuar. En este proceso aprendió las leyendas, conoció a personajes, el idioma, las tradiciones y la cultura, que interpreta en sus grandes murales.
El proyecto se inició hace ocho años. El primer paso fue planear la idea, luego dibujó los bocetos y finalmente puso en escena sus obras. “Pinto murales en la calle para que la gente pueda educarse, sentirse identificada con sus raíces, las tradiciones su gente”.
Es un llamado de atención a la conciencia llena de vanidad y en el mundo de la tecnología que destruye el mundo, debido a que la gente está perdiendo la identidad”, menciona Toledo.
Además, denuncia la destrucción de la madre naturaleza, que en ocasiones es provocada por los propios habitantes de la selva, a cambio de recursos económicos como la tala de la madera en la selva y la explotación petrolera.
El artista en su obra ‘Fertilidad’ pintó a una mujer sabia, desde cuyas manos surgen el agua y la vida, con ello florece la naturaleza. La indígena viste el traje autóctono con bordados y lleva una corona de plumas en su cabeza.
Ese es parte de más de 300 murales que ha pintado en todo el país. “La propuesta es volver hacia las raíces indígenas que tiene el ecuatoriano, con el propósito de dar un mensaje a las nuevas generaciones; con la idea de que las culturas no se pierdan y estén siempre vigentes”, afirma Toledo.
Indica que hace dos años comenzó a viajar por todas las provincias amazónicas, permitiéndole entender y conocer la realidad de los pueblos ancestrales, la flora, la fauna… “Siempre trato de pintar lo que conozco, me parece que es un mensaje más real pintar lo que se vive”.
Toledo también resalta su mural denominado ‘Ayapamba’ (cementerio) que interpreta cómo la fauna y la naturaleza se destruyen y ya no tienen la protección del hombre.
El promotor cultural de Pastaza, Alexis Maruri, dice que el contenido de los murales es importante porque se expresa parte de la vida, la fauna y los rituales ancestrales que aún se mantienen vivos en las nacionalidades indígenas amazónicas, pero que poco a poco desaparecen. “Es una buena propuesta porque el artista con su obra resalta y a la vez denuncia lo que sucede con la selva”.
El artista Jairo Grefa es otro de los muralistas. En sus cuadros y grandes murales de estilo realista trata de destacar a cada una de las nacionalidades indígenas que se encuentran en la selva. También, resalta los cuentos y tradiciones que le contaban sus abuelos en cada uno de sus 30 murales.