Mercedes Cachago,mientras pintaen su taller en el barrio San Francisco de La Merced. Foto: Edwing Encalada / EL COMERCIO
Una muestra pictórica que compara la riqueza natural de Lofoten y la del Yasuní es lo que pretende demostrar la artista Mercedes Cachago, a través de 50 cuadros. En esta exposición está trabajando para presentarla entre el 7 al 28 de agosto del 2019, en la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
“El archipiélago de Lofoten tiene mucho petróleo bajo tierra, pero no se ha extraído. En cambio en el Yasuní se extrae el crudo y se afecta a la selva”, señala Cachago, quien se radicó hace 19 años en Noruega.
Según ella, cada trazo de sus pinceles pretende demostrar el dolor de los animales, árboles e indígenas de la selva y, además, busca enviar un mensaje de protesta sobre los plásticos de un solo uso.
Mientras trabaja las obras de su exposición, en un taller ubicado frente a la iglesia de San Francisco de La Merced, comenta que esta idea pictórica se originó tras la matanza de un clan taromenane a manos de un grupo de waorani, en venganza por lo ocurrido a una pareja de ancianos, quienes fueron lanceados por un clan de los pueblos ocultos del Yasuní, en un hecho acontecido en marzo del 2013.
“Me entristeció tanto la tragedia que vivió una niña que se quedó en medio aquel conflicto. Yo visité el Yasuní, pero no pude adentrarme más por el mal tiempo”, recuerda. Añade que al observar los árboles caídos y el uso de la política para manipular a los indígenas, le produjo indignación.
Desde ese año buscó algo que genere conciencia en Ecuador y se enfocó en el archipiélago de Lofoten, que se encuentra situado por encima del Círculo Polar Ártico y que es famoso por su belleza natural, en medio de especies como los pigargos, cormoranes, frailecillos atlánticos, nutrias y alces. La principal actividad de sus habitantes es la pesca del bacalao.
“En mis cuadros trato de plasmar la diferencia de culturas y de responsabilidades. Noruega nos da una lección en el ahorro que implementan para bienestar de todos los habitantes del país a futuro. En Ecuador, en cambio, no se cuida la naturaleza y lo que de ella depende”, señala molesta.
Desde que reside en Jaren, Noruega, ella ha expuesto en cuatro países, destacando las muestras que hizo en Washington, La Habana y Estocolmo. En esta última, patrocinada por Carlos XVI Gustavo, rey de Suecia, abordó las bondades de las islas Galápagos a través de sus piezas.
La exposición de Quito también se mostrará en la Casa de la Cultura de Guayaquil, entre el 6 y 22 de septiembre del 2019, y no descarta recorrer el país para generar más conciencia. Otro de los proyectos que busca impulsar es escribir un libro que aborde su vida en la parroquia La Merced y en el Ilaló. “Quiero contar sobre las vertientes del Mama Tena, que ya no existen”, explica.