Los insectos están amenazados

Un estudio revela que el número de estos animales se redujo en un 58% en los últimos 30 años  a escala global.

Un estudio revela que el número de estos animales se redujo en un 58% en los últimos 30 años a escala global.

Un estudio revela que el número de estos animales se redujo en un 58% en los últimos 30 años a escala global. Foto: Ingimage

La disminución en las poblaciones de insectos afectará a la existencia de otras especies y a la conservación del planeta. Aunque para algunas personas estos animales causan temor, a otros les genera molestia y la mayoría no ve su importancia, los insectos son necesarios para mantener el ciclo de la vida en la Tierra.

A pesar de que muchas veces las personas se quejan de la presencia de moscos, mariposas o abejas, los estudios muestran que la situación de los animales esté en peligro.

Una investigación publicada este mes en la revista científica Plos One revela que la biomasa total de insectos voladores se ha reducido en un 75% en los últimos 27 años. Si se toma en cuenta solo los datos de la época de verano, la disminución de las poblaciones llega al 82%.

El análisis se llevó a cabo en 67 lugares protegidos en Alemania. Esto genera aún más alarma, ya que en estas zonas se supone que es donde existe la mayor cantidad de especies, al ser sitios prioritarios para la conservación. Esta reducción es mayor que el promedio mundial de 58%, registrado desde la década del 70 hasta el 2012.

Caspar A. Hallmann, investigador de Radboud University en Holanda y uno de los autores del estudio, sugiere que esta situación se puede estar replicando en todo el mundo, especialmente en áreas rodeadas por tierra destinada a la agricultura.

Un estudio publicado en la revista Nature muestra que en Holanda la población de mariposas se redujo de la misma forma y, en el mismo período, que los insectos estudiados en Alemania. Otras investigaciones también evidencian una reducción de abejas y polinizadores en las montañas de América del Norte.

Para el investigador, el panorama es preocupante. La polinización de las plantas, el ciclo de los nutrientes y las reservas de alimentos para especies como aves y anfibios podrían estar en peligro si la situación no se revierte.

El estudio de Hallman no logra esclarecer las causas exactas de esta disminución, pero lo asocian con la actividad agrícola y el uso de pesticidas. En un análisis previo a este, dice el investigador, se enfocaron en el impacto de los pesticidas en las aves. Al ver la disminución de estos especímenes, sugirieron que con los insectos debían estar pasando lo mismo y con el estudio reciente se “llenó ese vacío”.

Álvaro Barragán, entomólogo (experto en insectos) y profesor de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, coincide en que el uso de químicos en los cultivos es una de las mayores causas de la muerte de insectos.

En todo el mundo, explica, se está usando gran cantidad de pesticidas “en una manera equivocada”. Los químicos no solo afectan a las plagas, que también son insectos que se comen los cultivos, sino a otros animales voladores que están relacionados con los sistemas de producción, pero no tienen influencia negativa en los cultivos.

Barragán cuenta que en el Ecuador también es notoria la afectación en las poblaciones de insectos. En el país, su presencia es necesaria para la polinización. Actualmente, dice, se han creado híbridos de la palma africana. La nueva planta no es apta para el polinizador antiguo y eso ha causado que en ocasiones se encarezca la producción de esta palma a escala local.

Aunque en el estudio de Hallman no se establece que el cambio climático es una causa dierecta, para el entomólogo ecuatoriano sí hay una incidencia. Barragán junto con otros investigadores manejan un proyecto de escarabajos que habitan en las partes altas de los Andes.

Estos animales se estarían moviendo debido a la modificación de temperaturas. Al calentarse la tierra, las montañas van perdiendo glaciar y las poblaciones van subiendo. El problema es que los insectos que están en el tope de ya no tienen a dónde subir y se han ido perdiendo.

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