El potencial tratamiento que podría impulsar la cura de ‘todo tipo de cáncer’

Imagen referencial. Un grupo de científicos ya avanza en un método que batallaría contra todo tipo de cáncer: la inmunoterapia. Foto: Pixabay

Imagen referencial. Un grupo de científicos ya avanza en un método que batallaría contra todo tipo de cáncer: la inmunoterapia. Foto: Pixabay

Imagen referencial. Un grupo de científicos ya avanza en un método que batallaría contra todo tipo de cáncer: la inmunoterapia. Foto: Pixabay

Aunque su desarrollo está en etapa temprana y no ha sido probado en pacientes, un grupo de científicos ya avanza en un método que batallaría contra todo tipo de cáncer: la inmunoterapia. Investigadores británicos establecieron que una segmento del sistema inmune humano puede ser aprovechado por la ciencia para eliminar la enfermedad. Los primeros hallazgos fueron publicados en la revista Nature Immunology como una luz para el futuro de la oncología.

El sistema inmunológico es la defensa natural del organismo humano contra diversos tipos de infecciones, pero también es capaz de atacar a las células que desencadenan en cáncer, según aclararon los investigadores.

En ese sentido, los especialistas -de acuerdo con un reporte de la cadena informativa BBC Mundo- decidieron explorar formas no convencionales para que el sistema inmune combata los tumores naturalmente. Durante su exploración, encontraron las células T. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es un glóbulo blanco que se caracteriza por escanear el cuerpo humano para detectar algún tipo de amenaza.

El investigador estadounidense Andrew Sewell dijo a la BBC que las células T, en efecto, era capaz de atacar patologías cancerígenas, aunque antes no se creía que fuese posible. “Eleva la posibilidad de un tratamiento para el cáncer de ‘talla única’. Un solo tipo de células que podría destruir muchos tipos diferentes de cáncer en la población”, explicó.

Tras el hallazgo, los expertos determinaron cómo sería su funcionamiento. Las células T tienen una especie de receptores en la parte superior que habilita su ‘mirada’ a nivel químico. Al tomar en cuenta esta característica, el equipo investigador experimentó y juntó a la célula T con células de cáncer de pulmón, sangre, colon, mama, hueso, riñón, cuello uterino y próstata. ‘T’ no solo logró matarlas, sino que no alteró los tejidos sanos.

Aunque los especialistas no han logrado determinar cómo exactamente la célula logra neutralizar a las malignas, sí hallaron que interactúa con una molécula llamada MR1, una partícula que se presente en la superficie de cada célula del cuerpo humano. “La MR1 podría estar señalando el metabolismo distorsionado que ocurre dentro de una célula cancerosa al sistema inmune”, detalló Sewell.

En la práctica, el procedimiento se aplicaría en cinco pasos. El primero, sería tomar una muestra de sangre de un paciente con cáncer. De esa forma, dicen los expertos, las células T serían extraídas para pasar por un proceso de modificación genética. La idea es reprogramarlas para formar el receptor que detecta el cáncer. Después, las células ‘mejoradas’ serían cultivadas en un laboratorio para luego volver a ser colocadas en el paciente.

Pero el proceso no es tan sencillo, pues -hasta el momento- solo ha sido probado en animales y en células en laboratorio. Para hacerlo con seres humanos, serían necesarios protocolos de seguridad más sofisticados.

Los científicos aclaran que ya existen terapias de células T contra el cáncer, como el CART-T, un medicamento diseñado a través de la ingeniería genética de estas células presentes en un paciente para buscar y ‘destruir’ el cáncer. Sin embargo, es un método que no se aplicable en todo tipo de patologías cancerígenas. Por ejemplo, no es un procedimiento que logra combatir con efectividad a enfermedades como la leucemia.

Allí radica la importancia -de acuerdo con el equipo científico- del desarrollo del receptor de las células T que podría ser “una guía hacia el tratamiento universal contra el cáncer”, dijo Sewell.

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