InkaWasi enseña sobre ­música ancestral y ­tejido a los turistas

El grupo ofrece conciertos y elabora instrumentos musicales. Foto:  cortesía de Inka Wasi

El grupo ofrece conciertos y elabora instrumentos musicales. Foto: cortesía de Inka Wasi

El grupo ofrece conciertos y elabora instrumentos musicales. Foto: cortesía de Inka Wasi

Al mostrar su música y tejido, Inka Wasi promueve la cultura y tradiciones otavaleñas.

La organización está conformada por familias de las comunidades de Cardón Bajo y Cotama; se denomina Inka Wasi, que quiere decir casa de la sabiduría antigua. Desde hace poco más de tres años oferta recorridos a turistas nacionales y extranjeros, para que conozcan sobre los procesos de elaboración de telares e instru­mentos musicales andinos.

Patricio Quishpe, músico puruhá radicado en Otavalo y cuya esposa es otavaleña, ha sido uno de los precursores de esta iniciativa. Él y Humberto Romero, también de esa ciudad, unieron sus profesiones para invitar a los turistas a realizar actividades variadas, que los vinculen con sus costumbres y tradiciones.

Quishpe trabaja la parte musical, con la cual -a través de presentaciones- promueve la música andina y la elaboración de instrumentos con bambú, carrizo y otros materiales.

Uno de esos instrumentos es el flautín, elaborado con la canilla de ganado. Los talleres prácticos están ubicados en las comunidades antes mencionadas. Pero Quishpe comenta que también mantienen una galería cerca de la Plaza de los Ponchos, en Otavalo, para acortar los recorridos y ofrecer las mismas actividades.

Para la organización ha sido importante incluir el aspecto musical, puesto que consideran que las tonadas tradicionales se están perdiendo por la invasión de sonidos extranjeros. “Hemos resaltado la música ancestral, valoramos las canciones en kichwa”, dice Quishpe añadiendo que dan toques diferentes a su música, con arpa o con violín.

En los recorridos turísticos muestran los tejidos. Por eso, a estos socios les preocupa que las máquinas hayan ido desplazando a ciertas técnicas ancestrales, usadas por sus antepasados. Por eso, se enfocan en enseñar una técnica conocida como kallua o telar de cintura.

Este telar, como lo dice su nombre, se sujeta en la cintura y puede ser transportado fácilmente. A diferencia de una máquina, Quishpe reitera que el kallua deja que el tejedor pueda hacer un diseño mucho más libre y creativo. “Nos permite expresar lo que nosotros sentimos y lo que hacemos”.

Este tejido solo se elabora en Perú y Ecuador. Mostrando la forma de realizar los tejidos se han dado cuenta de que el turista valora más el trabajo y el producto final. Con esta técnica, por ejemplo, elaboran tapices, bufandas, manteles, cobijas y correas, entre otras.

El tour no tiene un costo fijo sino que solicitan un aporte voluntario. Para ellos, la mayor contribución es que se consuman los productos que venden y que se aprenda sobre la cultura. “Es un orgullo demostrar lo que hacemos”.

La organización ha recibido el apoyo del Municipio de Otavalo puesto que por medio de su portal, www.otavalo.­travel, promocionan sus actividades. Su aspiración es que esta alternativa despunte en el país pues, el “Ecuador vivirá del turismo”.

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