La inversión en infraestructura hospitalaria para Guayaquil no ha sido prioritaria para los gobiernos de turno, durante los últimos 30 años.
Eso se refleja en el estado, interno y externo, de esa infraestructura: camas deterioradas, áreas reducidas, techos en mal estado, equipos por modernizar y, sobre todo, una capacidad reducida.
Guayaquil tiene cuatro hospitales públicos. El más antiguo es el Abel Gilbert, de medicina general, construido entre 1970 y 1974; es de cinco pisos y, apenas, tiene 264 camas disponibles.
Le sigue, en ese orden, el pediátrico Francisco de Ycaza Bustamante (330 camas), de Infectología (98) y el neumológico Alfredo Valenzuela (365).
A estos se suman 75 centros y subcentros de salud ubicados en las zonas populares de la urbe, y las maternidades públicas Matilde Hidalgo de Prócel del Guasmo que actualmente está cerrada por reparación y Mariana de Jesús (foto), en el Suburbio. Esta red pública no está en condiciones de afrontar las demandas actuales de la población.
Jacinto Loaiza, ex vicepresidente del directorio del Plan de Aseguramiento Popular, cree que los gobiernos de turno han tenido un respiro, ya que el Municipio, la Junta de Beneficencia de Guayaquil y Solca aportaron con su cobertura y servicios.
Solo la Junta de Beneficencia cuenta con una red integrada por los hospitales Luis Vernaza (836 camas), el gineco-obstétrico Enrique Sotomayor (505 camas), el de niños Roberto Gilbert (528 camas) y el psiquiátrico Lorenzo Ponce (981 camas). Al año, esta red atiende a cerca de 2 millones de usuarios.
El plan del MSP para Guayaquil abarca la construcción de una red integral de atención. La contratación de 14 clínicas privadas, que conforman la Red Complementaria de Servicios, antes PAP, fue parte de ese plan.
Pero eso no fue suficiente. De ahí que las autoridades buscan remedios parciales. Por ejemplo, hasta fines de este mes se espera incorporar 187 camas más, aunque las estrategias para hacerlo no se definen. También se espera la implementación de un centro de trauma en el Hospital Naval.
La construcción de un centro en el cantón Durán, con capacidad para 120 camas, es otro de los planes. Y a partir del 2011, la ministra Caroline Chang anunció la construcción de un hospital en la parroquia Ximena. Este será uno de los más grandes, con 600 camas. Ambos son proyectos a mediano y largo plazos.