La incidencia de Ska-P en la escena local del ska

El grupo Ska-P no se ha cerrado en su estilo ya que aparte del ska punk ha incorporado elementos de la música española, latina y también ha experimentado con otros ritmos jamaiquinos. Foto: Wikicommons

El grupo Ska-P no se ha cerrado en su estilo ya que aparte del ska punk ha incorporado elementos de la música española, latina y también ha experimentado con otros ritmos jamaiquinos. Foto: Wikicommons

El grupo Ska-P no se ha cerrado en su estilo ya que aparte del ska punk ha incorporado elementos de la música española, latina y también ha experimentado con otros ritmos jamaiquinos. Foto: Wikicommons

Mañana (13 de noviembre) toca en Quito la banda española de ska punk Ska-P. Esta agrupación que nuevamente decide darse un hiato indefinido -hizo lo mismo en el 2005- aterrizará en una tierra en donde el menos enterado sabrá el coro de Cannabis (o ‘lega legalización’ como se identifica popularmente a la canción), ese pegadizo tema de 1996 que sirvió para que la música de Ska-P se difunda en la región.

En Ecuador, la mayoría de aficionados al ritmo jamaiquino conocieron a la banda gracias a la placa que contenía esa canción (‘El vals del obrero’). Durante esos años no existía una escena de ska local. Los músicos que tratarían de dar sus primeros pasos en el género estaban en plena formación. Fue a inicios del nuevo milenio que las primeras bandas en este estilo empezaron a emerger.

Pese a que la mayoría de músicos pertenecientes a los grupos que desde entonces empezaron a experimentar con el ska conocen el trabajo y discografía de la banda, no todos la citan como una referencia directa. Por ejemplo, José Fabara, de RoCola Bacalao, los considera “una muy buena banda”, mas reconoce que no ha tenido mayor influencia en la música de su grupo y que es difícil saber si ha tenido alguna marca en la escena local porque “cada vez hay menos bandas de ska”, según él.

Diego Vásquez, del grupo Reskate, concuerda en que muchas han desaparecido o han cambiado su estilo. Pero más allá de eso cree que la influencia de los españoles a escala nacional radica en que son conocidos incluso por personas ajenas al ska. Vásquez está convencido de que su banda es una de las pocas que mantiene la esencia ska punk a lo Ska-P. Incluso, en sus presentaciones, el grupo hace un homenaje a los vallecanos al interpretar la melodía de Gato López (canción de Ska-P) antes de su tema más popular, llamado Luz azul y roja.

También suele ocurrir que dentro de una misma alineación hay seguidores y no seguidores de Ska-P. Al contactar al guitarrista Esteban Acosta, de Capital Klank, supo confesar que sería mejor hablar del tema con el bajista del grupo Andrés Bosmediano, pues “él sí sabe más de Ska-P”. Así, una vez contactado, lo que más resalta Bosmediano de esta banda es que su temática social se ha mantenido intacta con el tiempo -algo que el resto de consultados coinciden en destacar-.

Pese a que su grupo nació del ska, Bosmediano afirma que hoy han dejado de lado las referencias del ska pues tienen más influencias rock como de Molotov o Fito y los Fitipaldis y que el único guiño a Ska-P pudo estar en los vientos de los primeros temas del grupo.

El acto que abre el concierto de mañana es Suburbia. De acuerdo con su trompetista, Andrei Charpentier, Ska-P es una de esas bandas que escuchó en la adolescencia pero que eventualmente dejó de hacerlo. “Lo que pasa es que empezamos a escuchar más ska tradicional y tenemos ahora más apego a las bandas latinoamericanas, como Los Fabulosos Cadillacs (de Argentina) o De­sorden Público (de Venezuela); eso es más marcado”, dice. Sin embargo, admite que en su tema Fuera de control “hay algo del sonido de Ska-P”.

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