Redacción Sociedad (I)
El anuncio del nuevo modelo de derivaciones impulsado por el presidente del Consejo del IESS, Víctor Hugo Villacrés, puso en evidencia la situación por la que atraviesa la institución, en cuanto a atención médica y disponibilidad de recursos.
Villacrés reconoció que hubo abusos en ese sistema de derivaciones, porque se dieron traslados a casas de salud privada “a dedo”, sin seguir los protocolos y beneficiando a personas que en realidad no lo necesitaban.
Por eso estableció cinco filtros para determinar quién podrá ser derivado y quién no a una clínica privada, solo en casos planificados. Esto fue criticado por médicos como Patricio Reyes y Alberto Narváez y juristas como Marco Proaño Maya. Para ellos es una medida que discrimina. El IESS planteó, por ejemplo, que los afiliados que más ganen tendrán menos opciones de ir a una casa privada.
Según Narváez, es la evidencia de que el IESS no puede cubrir la demanda de salud y requiere fondos que intenta conseguir apretando al afiliado. Desde el 2010 casi se han triplicado los afiliados. Se extendió el servicio a los hijos de los asegurados menores de 18 años, cónyuges, profesionales independientes.
Para Villacrés, esa población siempre debió ser parte del sistema y lo que se está haciendo es una “optimización de recursos”.