Lucía Rojas (31 años) vivió cerca de tres años con su novio. Hoy, ex novio. Si bien fue una decisión mutua, según ella eran ciertos detalles los que la hacían darse cuenta de que él no estaba tan comprometido como ella en la relación.
“El departamento era mío, pero compartíamos gastos, hacíamos juntos las compras del supermercado y vivíamos ahí los dos. Pero, por ejemplo, yo era la única que decidía qué muebles comprar, qué cosas tener en la casa. Él no se metía y quizás eso me debió dar una pista”, rememora.
Por otro lado, recuerda que si bien antes solían hablar de casarse en el futuro, con el paso del tiempo ya nunca tocaban esos temas. “No sé si todos los hombres son así, pero conozco a varios que conviven y que, cuando se dan cuenta de que las cosas se pueden poner mas ‘serias’, huyen. O se meten con otra que también esté en esa misma parada”, dice Lucía.
Según una encuesta realizada por sociólogos para la Corporación Rand (Estados Unidos), en la convivencia los niveles de compromiso de los hombres con su pareja difiere del de las mujeres.
De acuerdo con los resultados del trabajo, el 52% de los hombres que convive declara no estar seguro de si su relación es permanente, mientras que en las mujeres la cifra es del 39%. Y 41% de ellos reconoce que no está completamente comprometido con su pareja, mientras que en el caso de ellas solo un 26% tiene esa misma opinión.
Estas diferencias de género en el compromiso le hacen ruido a la psicóloga de parejas Pamela Soto. Para la académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Diego Portales (Chile), la real diferencia que inunda el tema está en las motivaciones que existen en la pareja cuando se deciden a convivir: algunos lo hacen porque quieren formar un proyecto de vida en común, mientras otros lo hacen por un problema circunstancial.
“A veces viven juntos porque uno de los dos se quedó sin departamento o porque les conviene económicamente. O también porque quieren probar cómo sería la convivencia, eso no necesariamente te va a llevar a un nivel de compromiso muy alto”, dice Soto.
Para Erika Castro, psicóloga y directora del Instituto Familia Educa, es complicado generalizar en cuanto al menor compromiso masculino. “Hay algunos que sí son más egocéntricos, centrados en sus proyectos laborales y profesionales, donde la presencia de su pareja o familia ‘estorba’ su proyecto personal, y es cierto que una parte de ellos definitivamente abandona a sus hijos y parejas. Pero están disminuyendo“, asegura la especialista.