La muestra está acompañada por audios y videos con testimonios de emigrantes ecuatorianos y venezolanos. Foto: Misael Morales/ EL COMERCIO
‘Migrar es tocar tierra sin mi familia; tierra donde extrañar se vuelve tu apellido”. Este es un fragmento del poema Migrante del escritor venezolano Zacarías Zafra. El texto inspiró el nombre de la muestra: ‘Migrar es Tocar Tierra’, del fotógrafo Eduardo León.
Caminatas por más de 1 mes, bajo lluvia y sol, un padre abrazado a su pequeña hija buscando sobrevivir a una noche de frío, una madre que no suelta el teléfono esperando noticias de su hijo, sonrisas y lágrimas por haber llegado a su destino, o no, entre otras historias se plasman en más de 140 fotografías ubicadas en las salas expositivas 1 y 2 del Cumandá Parque Urbano.
Las diferentes historias que se expresan mediante imágenes, audio y video buscan apelar a la memoria colectiva sobre el fenómeno de la migración no solo venezolana, sino también ecuatoriana, es decir, recordar un poco la realidad que Ecuador vivió durante el feriado bancario, en 1999, “cuando miles de ciudadanos se alejaron de su familia, muchos en contra de su voluntad, en búsqueda de nuevas oportunidades”, señala León.
Las imágenes de la exposición fueron hechas en Ipiales, Colombia, en Quito, Ecuador y en Aguas Verdes, Perú, durante el año 2018 cuando, según el fotógrafo, el éxodo venezolano se hizo más visible en las fronteras.
La exposición, que se divide en siete salas, se inicia con dos caminos de tierra que conducen a una montaña, donde se encuentran incrustados los retratos de venezolanos de todas las edades, principalmente niños, jóvenes y adultos.
Otras imágenes, que también incluyen a diferentes familias, se encuentran colgadas en rejas. Ambas maneras de mostrarlas son una representación simbólica de la situación que viven estas personas durante su travesía.
En otro ambiente se encuentra una recreación de las carpas de plástico que se instalaban en los pequeños espacios donde se asentaron los venezolanos que llegaban al Terminal de Carcelén, al norte de Quito. En su interior existen colchones usados y cobijas.
Dentro de ellas también se puede presenciar dos monitores que reproducen antiguos reportajes con testimonios de familias ecuatorianas durante los años de migración, siendo estos muy similares a las historias venezolanas durante el éxodo que están viviendo.
Otra de las cosas que llama la atención de los asistentes son las fotografías de los retratos de los documentos de identidad de los emigrantes, muchos de ellos, opacos, desteñidos e incluso irreconocibles.
Frente a esto, un mapa recrea los caminos por donde estas personas atraviesan hasta llegar a su destino. Además, en las paredes del lugar hay textos sobre este tema, poemas e incluso un espacio donde la gente puede dejar sus mensajes.
La muestra estará abierta hasta el próximo 23 de junio, de martes a domingo , de 07:00 a 23:00. Su autor busca reproducirla en los diferentes barrios e instituciones de Quito para continuar “creando conciencia y empatía sobre este tema”.