Las bolsas cerraron esta semana en máximos históricos, de la mano de las empresas tecnológicas. Foto: AFP
Las últimas semanas han sido de fiesta en Wall Street, donde las principales bolsas de valores han alcanzado máximos históricos, en medio de una economía que sigue mostrando signos de deterioro, no solo en Estados Unidos sino en el resto del mundo, producto de la pandemia del covid-19.
Si bien es cierto que el covid-19 ha contagiado gravemente a varios sectores económicos, un grupo registra síntomas moderados y uno más pequeño -en número- ha resultado inmune a la pandemia.
En este último grupo están las empresas tecnológicas, cuyo desempeño ya era dinámico a lo largo de la última década. Sin embargo, la pandemia ha potenciado el modelo de negocio de estas empresas, ya que el mundo aceleró su paso hacia la era digital. Al mismo tiempo, eso ampliará las brechas entre los gigantes tecnológicos y el resto de las industrias.
La fiesta que está viviendo Wall Street ha sido para festejar el desempeño de gigantes como Apple, Google, Microsoft o Facebook, cuyas acciones han subido de precio a lo largo de este año, incluso en plena expansión del covid-19.
Apple, por ejemplo, se convirtió la semana pasada en la primera empresa en la historia de Estados Unidos en alcanzar los dos billones de dólares de valor bursátil. Este hito solo lo había logrado la petrolera saudí Aramco, hace nueve meses. La pandemia afectó a la industria hidrocarburífera y Aramco sintió los efectos a través de la caída del precio del crudo.
Lo anterior dejó a Apple en la cúspide del ranking de las empresas más valiosas del mundo. La compañía dirigida por Tim Cook igualó en valor al PIB italiano. Si Apple fuese un país, sería el octavo con el mayor PIB del mundo, señaló el Diario El País.
El gran desempeño de las empresas tecnológicas obedece básicamente a tres hechos. Primero, la mayor demanda de equipos, software o aplicaciones, que se han convertido en herramientas fundamentales durante el confinamiento, pues permiten sostener el teletrabajo o la educación virtual.
Segundo, las políticas económicas de los países más desarrollados, empezando por Estados Unidos, que redujeron las tasas de interés para reactivar sus economías e inyectaron miles de millones de dólares para apoyar a sus empresas y trabajadores.
“Existe una híper liquidez mundial y una híper emisión monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, para cubrir su déficit fiscal, señala Santiago López Alfaro, de la consultora argentina Delphos.
Y un tercer factor que influye es que el mercado estadounidense está ofreciendo los productos más rentables con un nivel de riesgo aceptable. “Alternativas en otras zonas geográficas y de riesgo similar tienen rentabilidades muy bajas, añade César Morales, gerente de la casa de valores ecuatoriana Vector Global WMG.
Las políticas y medidas que se vienen tomado desde que empezó el confinamiento están impulsando los precios de las acciones de las empresas tecnológicas, donde hay una gran variedad de actores, desde gigantes como Apple o Facebook, hasta empresas más relativamente más pequeñas como Zoom. Esta última, por ejemplo, acumuló ganancias de 315% en el presente año.
En diciembre del año pasado, una acción de Zoom, considerada la estrella de las plataformas de videoconferencias, costaba USD 68; en la actualidad se vende en cerca de 280.
Y algo similar ocurre con Spotify o Netflix, que se benefician de la mayor demanda de servicios de streaming. En el primer semestre de este año. Netflix registró un crecimiento de suscriptores del 110%, sumando 25,8 millones de nuevos suscriptores. La firma ganó casi tantos suscriptores en ocho meses de este año como en todo el 2019, según una publicación de Business Insider.
Los actores del mercado se están preguntando últimamente si los precios de las acciones tecnológicas están sobrevalorados y si se está formando una burbuja que puede explotar en algún momento.
“Es simplemente increíble que estos títulos todavía encuentren compradores. Netflix se disparó más de 10% el miércoles pasado y no hubo ninguna novedad para justificarlo”, dijo JJ Kinahan, de TD Ameritrade, a la agencia AFP.
En general, señaló, “la gente tiene dinero para invertir. Y cuando miran al mercado obligatorio (y) el rendimiento a 10 años es de 0,65%, se vuelcan hacia los activos con los cuales pueden hacer alguna ganancia, o recibir algún dividendo”.
En efecto, los bonos del tesoro de Estados Unidos, que son un activo seguro, ofrecen un rendimiento menor al 1%. Además, la Reserva Federal mantendrá las tasas de interés en niveles muy bajos. El jueves pasado dijo que la inflación podría mantenerse “durante un tiempo” por encima del objetivo del 2% antes de intervenir elevando las tasas de interés.
Bajo este escenario, incluso es buen negocio endeudarse, pagar una tasa baja por el crédito y con ese dinero arriesgarse a comprar acciones de empresas con alto potencial de ganancias en el futuro.
Ahora, si bien es cierto que la enorme liquidez en el mundo juega a favor de las empresas tecnológicas de Estados Unidos, también beneficia a países como Ecuador, porque puede acceder a créditos más baratos o reestructurar su deuda pública en mejores condiciones de tasas de interés, como lo hizo con los tenedores de bonos.
Asimismo, la fuerte emisión de la Reserva Federal también significará una pérdida de valor del dólar en el mercado. Y esa ‘devaluación’ beneficia a países exportadores de materias primas, como Ecuador.