En el hielo del Chimborazo se observa el cambio climático

Las investigaciones muestran que este nevado ha perdido un 38% de su cobertura glacial en 40 años. Las especies de plantas han modificado su distribución. Foto: Cortesía

Las investigaciones muestran que este nevado ha perdido un 38% de su cobertura glacial en 40 años. Las especies de plantas han modificado su distribución. Foto: Cortesía

Las investigaciones muestran que este nevado ha perdido un 38% de su cobertura glacial en 40 años.  Foto: Cortesía

El Chimborazo se ha convertido en una muestra palpable de la existencia del cambio climático. En los últimos 40 años, este volcán ha perdido el 38% de su cobertura de hielo y cada vez son más evidentes las zonas de tierra descubierta que pasan a ser ocupadas por líquenes y musgos.

El avance del deshielo y las modificaciones en la distribución de las especies de flora y fauna en la zona son algunos de los aspectos que han llevado a científicos de todo el mundo a estudiar este volcán, considerado ahora como una enciclopedia viviente.

A propósito de la conmemoración de los 250 años del natalicio de Alexander von Humboldt, la revista Science publicó un estudio esta semana sobre la importancia de esta montaña para la ciencia en la actualidad. Durante la estadía del científico alemán en Ecuador, el Chimborazo fue uno de sus principales intereses.

Tras ascenderlo, Humboldt pudo estimar las distribuciones de las plantas y establecer que el clima es el factor que organiza a las especies en cada una de las latitudes. Ahora, a 200 años de estas revelaciones, la vida en la montaña continúa cambiando.

 Las especies de plantas han modificado su distribución. Foto: Cortesía

Jeff La Frenierre, profesor de Gustavus Adolphus College en Minnesota, es uno de los científicos extranjeros que ha centrado sus estudios en estos glaciares desde hace una década. Para La Frenierre, es “impresionante” la rapidez con la que el hielo se está derritiendo en esta zona.

Este investigador acude dos veces por año hasta el Chimborazo. Desde 1980, los glaciares del nevado han perdido alrededor del 20% de su área y el glaciar Reschreiter, el más grande del área, ha retrocedido más de un kilómetro, explica el científico.

Hace siete años, La Frenierre dejó uno de sus instrumentos de medición en la entrada del Reschreiter para evidenciar la frecuencia con la que este se estaba diluyendo. La última vez que volvió a este punto, encontró que el instrumento estaba sobre la tierra y el hielo más cercano estaba a 260 metros de distancia.

Jeff La Frenierre, profesor en Gustavus Adolphus College de Minnesota, ha realizado varias visitas al Chimborazo junto con su equipo para hacer mediciones técnicas de los glaciares. Foto: Cortesía Diego Cisneros Heredia y Jeff la Frenierre


Luis Maisincho,
investigador del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), explica que en el país se lleva a cabo un programa de monitoreo sistemático de glaciares desde 1997. Este programa es desarrollado por el Inamhi, la Escuela Politécnica Nacional y cuenta con la cooperación del Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo (IRD).

Este monitoreo ha permitido evidenciar la pérdida de un 38% de la masa glaciar en los últimos 40 años. La estimación de los investigadores es que existe un retroceso anual de 25 metros. Una vez por año, cuenta Maisincho, se realiza un levantamiento de datos utilizando imágenes satelitales en algunos sitios específicos del volcán.

El último inventario completo del Chimborazo se realizó en el 2011 y reveló que existen 9,4 kilómetros de cobertura glaciar. El próximo año se tiene previsto realizar un nuevo estudio general.

Jeff La Frenierre, profesor en Gustavus Adolphus College de Minnesota. Foto: Cortesía

Una de las principales preocupaciones es la disminución del recurso hídrico. El derretimiento de los glaciares permite tener un caudal mínimo en los ríos que nacen del Chimborazo. Al tener menos glaciares, el agua disponible también se reduce.

Diego Cisneros Heredia, director del Museo de Zoología de la Universidad San Francisco de Quito, explica que esto es un problema crítico ya que el agua no puede ser reemplazada y esto también repercute en los cultivos de alimentos.

La distribución de las plantas es otro tema que preocupa. Heredia cuenta que las plantas cada vez se están movilizando a mayores alturas. El problema es que, cuando lleguen a la punta de la montaña, ya no van a tener más espacio para expandirse y esto llevará a la extinción de las especies.

Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy revela que algunas especies de plantas se han movilizado 500 metros más arriba en solo 200 años. Para Cisneros-Heredia esta modificación es significativa, ya que el desplazamiento representa casi el 15% del total del rango altitudinal de una montaña de este tipo.

Para el investigador de la USFQ, es necesario tomar acciones urgentes a escala mundial, ya que “si en 200 años las tasas han sido tan aceleradas, es posible que en poco tiempo empecemos a tener problemas”.

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