En el Hospital Luis Vernaza de Guayaquil se realiza la prevención de la hepatitis. Como parte de la campaña, se realizan exámenes de sangre. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
Cada 28 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis. La fecha coincide con el día de nacimiento del doctor Baruch Samuel Blumberg (1925-2011), quien descubrió en 1976 el virus de la Hepatitis B. Este trabajo le otorgó el Premio Nobel de Medicina en aquel año.
La hepatitis es una enfermedad inflamatoria que afecta el hígado, situado en la parte superior derecha del abdomen de los seres humanos. Este órgano es el principal responsable de eliminar de la sangre las sustancias nocivas generadas por el consumo de alimentos, alcohol, entre otras. Esta enfermedad tiene varios tipos: A, B, C, D, E, F y G, pero los más comunes son A, B y C.
Las hepatitis A y E son ocasionadas, por lo general, a raíz de una indigestión por consumo de agua o alimentos contaminados. Las hepatitis de tipo B, C y D son producidas generalmente por el contacto con focos infecciosos de carácter corporal; la transmisión de tipo sexual o de madre a hijo en el momento del parto son causas comunes en estos casos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Durante el 2016, en el país se registraron un total de 853 casos de hepatitis, según datos del anuario de camas y egresos hospitalarios de Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC). La cifra representa un descenso significativo en cuanto a los casos registrados en 2015, un total de 1 010.
De igual manera, los datos de 2015 representan una baja en cuanto a los de 2014, año en el cual se registraron 1 464 casos. El pico de casos se registró en el año 2013; son en total 1 883, una subida representativa en relación a los datos de 2012, pues en aquel año se registraron 1 372.
De los casos registrados en 2016, se registraron un total de 436 egresos hospitalarios por hepatitis tipo A. De este total, 301 casos correspondían a hombres y 235, a mujeres. En cuanto a hepatitis B, se registraron 78 casos; 56 correspondieron a hombres y 22 a mujeres. La tasa de letalidad en este tipo de hepatitis fue de 3,85 por cada 100 egresos hospitalarios.
Los síntomas típicos de la hepatitis son dolor de estómago, diarrea, náuseas, pérdida de apetito, fiebre, cansancio extremo y pérdida de peso. El cuerpo de la persona que padece la enfermedad también da algunas señales: la orina y las heces se vuelven amarillentas, al igual que la coloración de la piel y los globos oculares.
A escala global, la hepatitis vírica causó alrededor de 1,34 millones de muertes en el año 2015. Se estima además que hay alrededor de 257 millones de personas que padecen de una infección crónica por el virus de la hepatitis tipo B, según datos de la OMS.
Son 11 países los que concentran casi el 50% de los casos a escala global de hepatitis crónica. Estos son Brasil, China, Egipto, India, Indonesia, Mongolia, Myanmar, Nigeria, Pakistán, Uganda y Vietnam. Otros 17 países tienen una alta prevalencia de la enfermedad; se trata de Camboya, Camerún, Colombia, Etiopía, Filipinas, Georgia, Kirguistán, Marruecos, Nepal, Perú, Sierra Leona, Sudáfrica, Tailandia, Tanzanía, Ucrania, Uzbekistán y Zimbabwe.