Slayer presentó este 29 de enero del 2020 su disco ‘Hell-P’ con el que cierra su trayectoria musical. Foto: Facebook/ Slayer.
Slayer, la icónica banda del thrash-metal mundial, liberó la tarde de este miércoles 29 de enero de 2020 el que será el álbum que cerrará su historia musical: ‘Hell-P’. Para darle un final memorable a la agrupación, sus miembros decidieron presentar una placa discográfica que, además de medir 6,66 pulgadas, es resistente al fuego, diseñado como el “primer disco que puedes tocar en el infierno”.
Slayer, que presentó su primer concierto en Ecuador el 26 de septiembre del 2019, encargó el diseño de su última producción musical a la agencia de marketing Kolle Robe. La alianza fue exitosa: ‘Hell-P’ parecer ser un juego de palabras que se anunció como una referencia al LP de vinilo. La carta de presentación que Slayer eligió para este álbum fue un empaque contundente: un embalaje con forma de pentágono invertido con un pequeño ataúd en el centro. Pero, además, el féretro tiene en su interior más de cinco fósforos que pueden encenderse en una ranura del empaque.
Más que un disco que despliega nuevas piezas musicales, ‘Hell-P’ es un tributo a la fidelidad de sus seguidores. Solo contempla una canción, Repentless, que se desprende de ‘The Repentless Killogy’, álbum presentado el pasado 7 de noviembre de 2019. Sin embargo, hay una mala noticia para los fanáticos de la banda estadounidense. Son solo seis copias las que serán puestas a disposición de sus seguidores a través de un sorteo en la página de Nuclear Blast Records hasta mañana, 31 de enero.
La banda, que nació en 1981, anunció en enero del 2018 que su historia llegaba al final. Silencian sus instrumentos después de crear Angel of death (1986), bautizada por los cultores de género como la “canción más pesada de la historia”.
Video: YouTube, cuenta: Slayer
Pródigos y dueños de un sonido contundente, Slayer se convirtió en una banda de culto junto con sus agrupaciones colegas: Metallica, Megadeth y Anthrax. Las formaciones fueron catalogada por sus seguidores a escala mundial como ‘The Big Four’ o ‘Las cuatro grandes del thrash metal’.
La génesis de Slayer tiene sangre latina. Fueron Kerry King y Jeff Hanneman (+) quienes mentalizaron la agrupación, pero necesitaban una voz y baterías potentes. Las encontraron en el chileno Tom Araya y el artista cubano Dave Lombardo.
Tras las muerte de Hanneman y la polémica salida de Lombardo de la agrupación, la formación de estabilizó con Gary Hold, de Exodus y Paul Bostaph, de la emblemática banda Testament.