El escritor Héctor Abad Faciolince habló de un decálogo del periodismo de opinión, durante la Feria Internacional del Libro en Quito. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
Con casa llena contó ayer -19 de noviembre del 2016- Héctor Abad Faciolince, escritor, periodista, crítico literario y editor colombiano durante su conferencia magistral denominada ‘Periodismo de opinión y literatura’.
El encuentro se cumplió en el auditorio general de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y contó con alrededor de 130 oyentes. El escritor llegó al país en el marco de la Feria Internacional del Libro que se realiza en Quito.
Durante su intervención habló del oficio de ser periodista de opinión y lo complicado que resulta ejercerlo en un mundo dominado por las redes sociales. Pese a ello, se animó a compartir un decálogo -con 13 recomendaciones– para mantener vigente a una “profesión probablemente moribunda, que no tiene el impacto que tenía antes”.
Añadió que “si queremos tener influencia en el mundo contemporáneo, tenemos que revisar nuestro armamento retórico para llegar a los nuevos públicos”.
1. Estudia y practica. En un curso de periodismo de opinión hay que escribir al menos dos artículos de 4000 caracteres a la semana. Al principio, con un tema asignado. Y al final del curso, con tema libre para adiestrar también la recursividad. Hay que leer críticamente el artículo y luego frase por frase. Por eso un curso de periodismo de opinión no debería tener más de 10 estudiantes.
2. Verifica los datos. La memoria es traicionera. Cerciórate. Los enemigos siempre se van a aprovechar de un error menor, aunque este no afecta la argumentación de la columna.
3. No seas esclavo de la actualidad. Siempre habrá temas que serán ineludibles como un magnicidio o un atentado terrorista, pero el columnista no puede toda la vida chuparle rueda a la radio y televisión. Hay que tener una agenda personal. Eso le dará variedad a la columna. Es aburrido cuando el escritor se vuelve repetitivo. Al abrir la revista o al entrar a la Internet, el lector debe sentir una especie de ansiedad. Hay que romper las expectativas o la pereza mental. No se puede hacer trampa.
4. No te resistas ni te fuerces. Uno no es el mismo cada día. Hay que aceptar e incluso aprovechar los cambios de humor. El buen genio puedo producir un texto fresco. Si estás atormentado, una columna tenebrosa de vez en cuando no cae mal.
5. Hay que parar oreja. Oír lo que dicen y cómo lo dicen. Mis mejores artículos me los han soplado mis amigas. El propio cerebro y las propias palabras son muy poca cosa. Una buena frase puede estar en la boca de quien uno menos se imagina: portero, taxista, el compañero de trote. Leer a los grandes escritores y a los buenos comentaristas es muy conveniente, pero también es importante oír lo que piensa la vecina de abajo.
6. Salvo por alguna obra de beneficencia no escribas nada gratis, ni siquiera al principio de la carrera, así sea una cantidad simbólica. Escribir artículos es un oficio intelectual serio que se debe pagar. Cobra, aunque te sobre la plata y no te falte el pan. No lo hagas por ti, hazlo por otros que quieren vivir de saber opinar, escribir. Pero ten en cuenta que el pago más importante es el que te dan tus lectores.
7. Todo artículo debe ser como un ensayo breve. Se pueden hacer acotaciones al margen, pero en general un buen artículo tiene un solo tema. No se puede picotear por aquí y por allá porque la columna se dispersa y el lector se pierde. Hay que aprender a sintetizar las idea y a condensarlas en el espacio de caracteres asignados.
8. No trates a tus lectores como bobos ni como a genios. Haz que el lector se concentre, pero que no se rompa los sesos.
9. Hoy en día los lectores opinan sobre tus opiniones y también tus colegas. Como todo en la vida ante un ataque injusto o una agresión personal muérdete un rato la legua. No respondas al primer impulso ni con lo primero que se te venga a la cabeza, que casi siempre es fruto de la rabia y no de la reflexión. No seas hipersensible.
10. No almuerces con políticos ni con poderosos, a menos que sean amigos de juventud. Apártate de los encumbrados si quieres mantener la independencia. Aceptar regalos de los que tienen el poder o la plata es lo mismo que dejarte poner un bozal. El peor bozal es el miedo de decir lo que de verdad piensas. Solo si te van a matar por eso puedes permitirle la cobardía de no decir algo.
11. Perdónate los errores y las columnas fallidas. No tengas la vanidad de creer que todo lo que sale de tu caletre está bien. Sé autocrítico, pero no te hundas en la paralizante inseguridad del titubeo perpetuo. No se puede ser impúdico, pero tampoco enfermarse de silencio por miedo a equivocarte.
12. Tener una columna muy leída da un poder o lo daba. Ya no estoy tan seguro de esto. Úsalo con prudencia. No te ensañes ni te aproveches. Trate de ponerte en los zapatos del resto.
13. Estudia el tema, lee. Pon en cada párrafo una argumentación.