Guardaparques de la Reserva Pacoche. Foto: Archivo/EL COMERCIO
A propósito del Día Nacional del Guardaparque, John Francis Smith es uno de los personajes animados más famoso que realiza este oficio. Se trata del guardaparque del bosque Yellowstone, Estados Unidos. Lugar que se tomo como referencia para realizar la serie de dibujos animados El oso Yogi.
Smith es un hombre flaco y enérgico vestido con el uniforme verde oliva y con un sombrero de ala ancha típico de los Guardabosques de EE.UU. Se enfurece con facilidad, y en ocasiones queda agotado por tantas contrariedades como le trae Yogi. Y no es que a él le guste hostigar, tan solo espera que en el parque reine la paz y el orden, que los turistas disfruten y los animales permanezcan en su lugar.
Siguiendo en esta línea, Fx en ‘Brickleberry’ también ha dedicado una serie en la que los personajes principales son los ‘protectores de los áreas verdes’. A diferencia del Oso Yogi, está serie está dirigida a adultos y despliega un humor ‘fino’ donde un grupo de guardaparques ponen lo peor de sí mismos para que el Parque Nacional Brickleberry siga funcionando.
Ya en la vida real, si de guardabosques se trata, Roy Sullivan, un guardabosques que figura en el Guinness de los récords por ser la persona que más veces ha recibido el impacto de un rayo y que, curiosamente, no murió por esta causa, es uno de los ‘protectores ambientales, más reconocidos.
En 1942, Sullivan trabajaba como Guardabosques en el Parque Nacional de Shenandoah, en Virgina. Estando en la torre de vigilancia, se desencadenó una tormenta eléctrica y Roy recibió un rayo que entró por su pierna y salió por el dedo gordo de su pie.
Tras un par de décadas de descanso, en 1969, mientras conducía su camioneta descapotable le cayó otro rayo que, aparte de chamuscar sus cejas le hizo perder el conocimiento y accidentarse, aunque no fue demasiado grave la cosa. A partir de aquí, ya fue el no parar.
Un año después, en 1970, cuando se encontraba en la puerta de su casa, se vio de nuevo alcanzado por otro rayo que le provocó quemaduras en un hombro.
En 1972, mientras Roy trabajaba en la oficina de los Guardabosques, un rayó entró por una de las ventanas y le quemó todo el pelo.
Todavía el pelo no le había crecido del todo y, de nuevo, en 1973 otro rayo le alcanzó mientras conducía y volvió a quemarle toda la cabellera. En esta ocasión Roy iba preparado y pudo apagar el fuego con el agua de una cantimplora que se acostumbró a llevar.