Guangaje convive con la neblina

La vía Latacunga-Zumbahua atraviesa la parroquia y es la principal conexión de este poblado. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO

La vía Latacunga-Zumbahua atraviesa la parroquia y es la principal conexión de este poblado. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO

Los agricultores deben recorrer largos tramos para llegar hasta sus cultivos. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO

Al mediodía, la niebla gana terreno. Es tan espesa que hace imposible que se divise algo a más de cuatro metros de distancia. En medio de la bruma se dibujan las siluetas de decenas de personas que caminan presurosas por la vía asfaltada y cruzan las montañas desérticas del paisaje de la parroquia Guangaje,localizada a una hora y media al oeste de Latacunga, capital de Cotopaxi.

Hace frío y las luces de los pocos vehículos que transitan por la vía Latacunga-Zumbahua iluminan a los transeúntes, que no se inmutan y siguen caminando. Van con sus costales a la espalda, con sus hijos de regreso a casa o simplemente arreando al ganado después del pastoreo cotidiano. Se puede ver también niños jugando después de las clases.

Por pocos segundos, el manto blanco se disipa y deja al descubierto pequeños espacios del paisaje, donde brillan algunos destellos de luz que provienen de los poblados y comunidades que se levantan a lo largo de la carretera.

La vía Latacunga-Zumbahua atraviesa la parroquia y es la principal conexión de este poblado. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO

En este lugar, la niebla es parte de la cotidianidad. El pueblo y sus alrededores juegan todos los días a esconderse entre la bruma, que aparece desde el mediodía hasta cerca de las 18:00, cuando empieza a disiparse para dejar al descubierto hermosos paisajes que rodean a este poblado, enclavado en la Cordillera de los Andes.

Guangaje es una parroquia tan pequeña que su centro se puede recorrer en máximo cinco minutos, pero refleja al tradicional pueblecito de la Serranía ecuatoriana.

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