Globos de Oro: entre el rito y la libertad

El director Richard Linklater (centro) junto a las actrices Patricia Arquette, Lorelei Linklater y los actores Ellar Coltran y Ethan Hawke, elenco de la película ‘Boyhood’. Foto: EFE

Ceremonia: acto público y formal de acuerdo con reglas o ritos fijados por la ley o por la costumbre. La 72ª entrega de los Globos de Oro cumplió con esa definición.
El domingo por la noche (11 de enero de 2015), en Los Ángeles, todo se enmarcó en el guión de siempre: el glamour de la alfombra roja, la tónica mantenida por las presentadoras, los agradecimientos y los discursos en referencia a la actualidad social y política; incluso, ese nuevo rito mediático que busca viralizar el hecho y la imagen en las redes sociales.
Lo de Corea del Norte, el ‘hackeo’ a Sony Pictures y la censura sobre ‘The Interview’ construyeron la broma que se sostuvo durante toda la noche, con cierto desparpajo y recursos simples, efectivos también. En tono más serio, el acto terrorista contra la revista francesa Charlie Hebdo también se vinculó a discursos y declaraciones por la libertad de expresión.
Helen Mirren, George Clooney, Jared Leto, los cineastas rusos responsables de ‘Leviathan’ (Mejor filme en lengua extranjera) y el presidente de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood –dadores de los premios–, Theo Kingma se sumaron al “Je Suis Charlie”.
En cuanto a la premiación hubo tendencias que se reforzaron, como el reconocimiento a las series que se transmiten por plataformas de ‘streaming’. Este año el turno fue del servicio de Amazon, con ‘Transparent’. Probando que si la TV está ofreciendo algunos contenidos de enorme producción y calidad frente al cine, las plataformas digitales se vuelcan con producciones similares contra ambos medios tradicionales.
La decisión sobre las series cómicas ratifica también que la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood busca descubrimientos para la audiencia y que premia a aquellas novedades que toman un riesgo distinto en la parrilla del entretenimiento.
Respecto del cine, esa premiación bipartita –para comedia y drama– que es sello de los Globos de Oro permitió una distribución en los ganadores de las diferentes categorías, sin que haya una sola cinta que haya arrasado con las estatuillas.
Sí, ‘Boyhood’ fue la más premiada con tres globos dorados; son premios que se entregaron a los dos pilares del filme: Patricia Arquette, con un personaje ricamente construido y ejecutado con solvencia; y Richard Linklater, el riesgo y la propuesta de su trabajo como director: 42 días de rodaje, pero distribuidos en 12 años, como para que el tiempo de la ficción absorba al tiempo real.
‘Birdman’, la que más expectativa ha generado, se contentó con el premio por Mejor guión. Con González Iñárritu no sucedió lo mismo que con Cuarón el año pasado. Pero aún quedan los Oscar. Quien brilló por esa cinta fue Michael Keaton. Por otra parte, sin mucha expectativa y propia de un cine de culto, que maneja la estética firma de su director, Wes Anderson, ‘El Gran Hotel Budapest’ triunfó como comedia. Con menos atención se entregó el premio a la secuela de ‘Cómo entrenar a tu dragón 2’ en animación.
Los Globos de Oro también alcanzaron para las ‘biopics’, en esa relación que tiene Hollywood con los héroes de la ciudadanía. ‘La teoría de todo’ le significó una estatuilla a Eddie Redmayne por su interpretación del científico Stephen Hawking. Otra cinta con matices de ‘biopic’ es Selma, que obtuvo el premio por la mejor canción, ‘Glory’, de John Legend y Common. La figura de Martin Luther King Jr. en pantalla también fue parte de la premiación hollywoodense.
Los Globos se repartieron y hubo mensajes de libertad, partes del mismo rito, en la ceremonia. Antesala o no de los Oscar… Los Globos de Oro responden a tendencias y de ellas se sostiene la sociedad del espectáculo.
Los premiados
Drama
‘Boyhood’, dirigida por Richard Linklater, ganó como mejor película dramática.
Comedia
‘El gran hotel budapest’, dirigida por Wes Anderson, fue la mejor comedia.
Animación
'Cómo entrenar a tu dragón 2’, del director Dean DeBlois, se llevó un Globo de Oro.