Los gimnasios deben tener protocolos para su funcionamiento. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Desde el pasado 21 de septiembre del 2020, 80 centros de acondicionamiento reabrieron sus puertas tras una paralización de actividades de más de seis meses por la emergencia sanitaria, provocada por el covid-19.
En ese grupo figuran los espacios de musculación tradicionales, pero también centros alternativos como los de Crossfit, por ejemplo.
Todos ellos forman parte de los 146 gimnasios que se juntaron a inicios de abril para elaborar el protocolo de bioseguridad que ahora rige a nivel nacional y que aunaron esfuerzos para que el COE Cantonal arranque con un plan piloto.
¿Por qué solo 80?
Juan Fernando Paredes, presidente de la Federación de Físico Culturismo y Potencia del Ecuador, cuenta esos son los establecimientos que tuvieron los permisos de funcionamiento al día. Los dueños los inscribieron en una plataforma web, habilitada por la Secretaría de Salud, y obtuvieron el permiso para reabrir sus puertas.
El resto tendrá que esperar hasta el 5 de octubre. Ese día se conocerá el informe realizado por las autoridades pertinentes, que durante estos días supervisarán aleatoriamente para verificar que se cumplan las medidas expuestas en el protocolo de bioseguridad. Ese fue diseñado por los dueños de los gimnasios afiliados a la Federación de Físico Culturismo y Potencia del Ecuador y por los propietarios o representantes de los centros de acondicionamiento que forman parte de la Agrupación de Gimnasios, liderado por Enrique La Motta, de The Wellness Group. Si el balance es positivo, todo el sector podrá recibir nuevamente a sus socios, pero bajo ciertas condiciones.
El control de la temperatura es obligatorio
Todas las personas que asistan a las instalaciones deberán someterse a un control de su temperatura corporal. Si algún socio presenta fiebre, será reportado al líder de bioseguridad del establecimiento. Se le impedirá el ingreso hasta que esté totalmente recuperado.
Lo mismo ocurrirá con el personal administrativo y con los entrenadores. El propósito es reducir al máximo el riesgo de contagio por covid-19.
Los adultos mayores podrán entrenarse, pero solo en algunos centros
Las personas de la tercera edad (a partir de los 65 años) podrán acudir a ciertos gimnasios, pero bajo su responsabilidad, pues ellos forman parte de los grupos más vulnerables a contraer el nuevo coronavirus. Así lo dio a conocer Juan Fernando Paredes, dueño de Fuerza y Figura, ubicado en el sur de la ciudad.
Cabe apuntar que las autoridades e instituciones como la Organización Mundial de la Salud insisten en que los adultos mayores se queden en casa mientras cesa el número de contagiados.
Para conocer cuáles son los centros que admiten a los adultos mayores es necesario comunicarse vía telefónica y a partir de ello separar un cupo con anticipación.
Una clase de hasta 90 minutos por día
Ningún socio podrá entrenarse a doble jornada o superar el tiempo determinado por cada establecimiento, que será entre 60 y 90 minutos, como consta en el protocolo de bioseguridad.
Robert Palacios, entrenador y dueño de un centro de acondicionamiento ubicado en el norte de Quito, indica que incluso los atletas de alto rendimiento están cumpliendo con esa disposición. Aclara que 60 minutos son suficientes para que una persona se libere del estrés y se mantenga en forma. Los atletas profesionales, en cambio, entrenan por grupos musculares.
El cumplimiento de esta disposición es importante para evitar que los socios se crucen en las puertas de entrada y de salida, y se produzcan aglomeraciones.
La asistencia se confirma con anticipación
Ninguna persona podrá ingresar a las instalaciones de esos 80 gimnasios sin antes reservar su clase. Hay gimnasios que han habilitado reservaciones en línea, mientras que otros lo hacen por redes sociales. Para mantener el orden, los administradores de esos centros conforman grupos fijos de socios. Para permitir que todos los inscritos accedan a las máquinas, algunos gimnasios extendieron sus horarios de atención. Ahora trabajan con el 30% del aforo.
La mascarilla y toallas son obligatorias
Las personas deben acudir al gimnasio portando su respectivo cubreboca. Adentro, están obligadas a desinfectar las máquinas y a colocar una toalla sobre cada una de esas. También deben acudir con una toalla pequeña para secarse el sudor.
Todos los socios contarán con gel y alcohol para desinfectarse las manos. Afuera, tendrán una bandeja para desinfectarse los zapatos.
Las duchas se limpiarán después de cada uso. Ese trabajo estará a cargo del personal de limpieza y mantenimiento de cada gimnasio, así como la limpieza general del establecimiento, cada cierto tiempo.