Elizabeth Velarde y Víctor Ordóñez restauran dos de los seis ‘Gigantes de Bahía’. Foto: cortesía Ministerio de Cultura.
Las representaciones rituales y el tamaño de las figurinas de cerámica precolombina, de unos 70 centímetros, hacen a los denominados ‘Gigantes de Bahía’ piezas emblemáticas del patrimonio arqueológico nacional.
También la particularidad de su hallazgo, pues fueron encontrados más de 3 000 objetos en 1996, en un centro ceremonial de la cultura Bahía en el sitio Los Esteros de Manta (Manabí), en las dunas de la playa, cuando una marejada dejó las piezas al descubierto.
Seis de estas figuras, que en su mayoría representan a chamanes, pertenecientes al Museo de Bahía Caráquez, entraron en proceso de restauración en un proyecto del Ministerio de Cultura y Patrimonio que interviene a piezas afectadas tras el terremoto del 2016 en museos de las provincias de Manabí, Esmeraldas y Guayas.
Mara Gutierrez interviene una figura de un anciano sentado, de la cultura La Tolita. A su derecha Mauricio Velasteguí interviene una vasija manteña. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO.
La intervención incluye 168 piezas, entre obras de cerámica, hueso, madera y piedra (hachas, vasos y esculturas), provenientes en su mayoría del Museo de Esmeraldas, del Museo de Bahía y del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC) en Guayaquil.
En el MAAC, un equipo de cuatro restauradores de la firma Restaura Quim, se encarga de las piezas de culturas ancestrales de la Costa: Valdivia, La Tolita, Bahía, Jama-Coaque, Guangala, Manteño, Chorrera y Milagro-Quevedo.
Elizabeth Velarde, restauradora residente del proyecto, intervino una de las figuras de la cultura Bahía, un personaje que machaca en un mortero sobre sus piernas, que terminó con el hombro roto tras el sismo. En un trabajo de una semana reconformó el hombro roto en 27 fragmentos con una resina acrílica adhesiva. Luego se aplica pintura acrílica de un tono similar al color original.
Mauricio Velasteguí interviene una vasija manteña: a su izquierda, una figura de un anciano sentado, de la cultura La Tolita. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO.
“Los gigantes perdieron partes, por lo que se trabajó en unión de fragmentos y reintegraciones”, indicó Velarde, especializada en restauración de piezas arqueológicas. “Tras el proceso de limpieza se pudo recuperar los colores vivos originales, ocres, rojos, negros que las identifican”.
El trabajo de conservación se realiza desde finales de marzo y se extenderá hasta junio próximo; luego las piezas retornarán a sus museos de origen, según informó en un comunicado el Ministerio.
El jueves último (10 de mayo del 2018), Mara Gutiérrez restauraba el pie quebrado de una inquietante figura antropomorfa de la cultura La Tolita, un anciano sentado de 63 centímetros de alto.
Mauricio Velasteguí, quien hace parte también del equipo, indicó que suele trabajar más con obras de arte colonial, por lo que cada nueva pieza arqueológica despierta su interés y curiosidad. “Es un trabajo que te llena profesionalmente, porque se trata de conservar un pasado ancestral y también se gana experiencia”.
Sobre los ‘Gigantes de Bahía’, la arqueóloga Mariela García, encargada de la investigación de los fondos del MAAC, dijo que en su mayoría representan a chamanes y a una clase sacerdotal. “Es un lenguaje sobre las actividades principales de importancia social, también la caza, pesca y agricultura”.
“Creemos que el centro ceremonial de la cultura Bahía hallado en Manta no era el único, esta era una forma de hacer cosas por parte de esta sociedad, en este caso probablemente un santuario o una ofrenda de más de 3 000 piezas mirando al mar”.