Hay personas que por superstición no quieren mascotas de color negro. Esto dificulta su adopción. Foto: Pixabay
“Sandra, por favor, ayúdanos a sacar ese gato del conjunto. Una señora se lo cruzó y a las dos horas se enfermó”. Este tipo de llamadas son las que todavía enfurecen a Sandra Sánchez, una rescatista de animales que vive con cinco gatas de las cuales cuatro son negras.
Aunque esa llamada era por un gato callejero que se había metido en el conjunto de edificios, Sandra cree que la superstición aún sigue influenciando a las personas en el momento de adoptar.
El estigma del color negro recae sobre todo en los felinos y es bien conocido que en refugios de Estados Unidos, por ejemplo, los animales con menos oportunidad para ser adoptados son los negros.
Una investigación de la Sociedad Antropológica Kroeber de la Universidad de Berkely –The plight of big black dogs in american animal Sshelters: Color-Based Canine Discrimination– menciona que aparte de los estigmas culturales, como su relación con la brujería o el demonio, también hay elementos como las características del color negro que al absorber la luz hace que sea más difícil descifrar las expresión del rostro del animal, algo que sin duda sería un elemento inconsciente para abstenerse de querer uno cerca. Una actitud que se fe reforzada por las películas de terror.
Según Alfonso Camargo, médico veterinario del Centro de Zoonosis de la Secretaria Distrital de Salud, en Colombia el color del pelaje ha dejado de ser un motivo para no adoptar un animal. “Lo que más le importa a la gente es el tamaño”, dice.
Para Íngrid Ramírez, directora de Adopta Bogotá, el problema es que “la gente cree que el tamaño del perro debe ser proporcional al tamaño de la casa, cuando lo que debería mirarse es la energía del perro en comparación con la de la familia”. La idea es que la mascota sea igual de activa que la familia, y ahí el tamaño y el color no influyen; hay perros pequeños e hiperactivos y otros grandes y más sedentarios, que pueden ser de cualquier color.
En el centro de Zoonosis, una tercera parte de los animales (perros sobretodo) que están listos para ser adoptados son totalmente negros. “No está directamente relacionado con la discriminación, sino que la mayoría de perros mestizos y criollos son negros o amarillos por su genética”, asegura Camargo.
Finalmente, la médica veterinaria Paola Cardona considera que un punto que sí reproduce la discriminación es la forma como se habla de ellos, utilizando frases como: ‘es negrito, pero es muy bonito’.
“Creo que sí hay personas conscientes y sin prejuicios para adoptar animales negros; el punto es quitarles el título de ‘pobrecitos’ y mostrarlos de forma similar a un animal de cualquier otro color”, asegura.