Los restaurantes de alta gama se adaptaron a la nueva realidad

El Circuito de Cumbayá peatoniza varias calles de la parroquia, esto beneficia a 81 comercios y restaurantes. Cortesía La Pecadería

Con la imposición de la cuarentena, en marzo del 2020, los restaurantes cerraron. Muchos establecimientos adoptaron de inmediato el servicio de entrega a domicilio, sin embargo, los restaurantes de alta gama enfrentaron dificultades.
El chef Erick Dreyer, dueño de los restaurantes Ciré Cumbayá y Ciré Capital, cuenta que junto con su equipo creó un menú exclusivo para el ‘delivery’, para que la comida llegue en perfectas condiciones. Los meseros del restaurante hacen las entregas en una van.
Los alimentos llegan en empaques biodegradables y con una presentación impecable.
Lo propio sucedió en el Restaurante de Casa Gangotena. Tamara Karolys, directora de relaciones públicas de Metropolitan Touring, relata que la popularidad de la fanesca de este establecimiento les motivó a hacer entregas a domicilio. Esta primera experiencia dio paso a la creación de Mikuy, el servicio de entrega a domicilio del hotel.
Desde la entrega, el cliente obtiene una experiencia diferente, asegura Karolys, pues un mesero uniformado coloca el pedido sobre una mesa con mantel negro. El comensal, además, recibe las instrucciones para montar cada plato de forma profesional.
El chef Christian Walther cuenta que los restaurantes que él dirige, Pavarotti y Marenostrum, se adaptaron casi de inmediato a la entrega a domicilio, gracias a la experiencia en catering que tenían. Además de los platos terminados, los clientes pueden adquirir pastas artesanales, carnes preparadas en cocción prolongada empacadas al vacío y salsas.
Pavarotti y Marenostrum también ofrecen cenas para eventos privados y paquetes para fechas especiales, como Navidad o San Valentín.
La Pecadería, bar de ostras y almejas (Cumbayá), también se adaptó al servicio de entregas a domicilio, según Carolina Reece. Pero una vez que se reabrió el espacio, la reducción de aforo se convirtió en un problema, pues muchos locales del sector son pequeños.
Entonces, nació la iniciativa de peatonizar las calles durante el fin de semana, para ampliar el aforo. Este proyecto fue llamado Circuito de Cumbayá y ya cumplió ocho meses beneficiando a 81 comercios.
Tras casi un año de pandemia, esos establecimientos siguen ofertando el servicio a domicilio. No obstante, este representa menos del 20% de la facturación total de cada espacio. Los propietarios dicen que los comensales prefieren salir y vivir la experiencia.
El caso del restaurante Urko, del chef Daniel Maldonado, es diferente. Si bien le apostó al ‘delivery’ al inicio, el cocinero prefirió no seguir con este sistema; disminuía la experiencia que quería ofrecer.
Al mismo tiempo, Maldonado dirigía Anker, en Galápagos, un restaurante más casual y que trabaja con base en la sostenibilidad y la comunidad. El chef decidió cerrar ese restaurante y traerlo a Quito, al espacio que ocupaba Urko.
El objetivo es que ambos restaurantes se fusionen. Mientras tanto Anker, un restaurante que tenía principalmente un público extranjero, sigue a la espera de que el turismo se normalice.