El sol brilla con fuerza mientras los participantes alistan los últimos detalles de los platillos. Cada uno ocupa un puesto específico debajo de unas carpas blancas en la explanada ubicada en la entrada del mercado de Puembo.
Los representantes de la parroquia de Pifo pelan y cortan huevos de campo para decorar y acompañar los platos que en algunos minutos van a degustar los jueces del concurso y también los comensales. Sobre la mesa exhiben los ingredientes, cosechados por productores y campesinos de la parroquia rural, que usaron para preparar la tradicional fanesca.
Hay habas, arvejas, choclos, tres tipos de fréjol y chochos. Estos últimos, según un cartel que decora el plato en el que están servidos, representan a Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús. “Antes de utilizar este grano en la fanesca hay que purificarlo con agua durante siete días. Cada día simboliza la limpieza de un pecado capital”, se lee en el cartel.
Una fanesca comunitaria
Luz Mari Tandayamo, representa San Sebastián de Pifo, y cuenta que madrugaron para dejar lista la preparación con la que su parroquia participa en la segunda edición del Fanescón. La primera edición de este evento gastronómico y cultural se realizó en 2022 en Tababela.
La organización corre a cuenta del Instituto Tecnológico Universitario (ISMAC) y la Administración Zonal de Tumbaco. En la edición 2023 del Fanescón participan un total de siete parroquias rurales pertenecientes al valle de Tumbaco: El Quinche, Tababela, Yaruquí, Pifo, Puembo, Tumbaco y Cumbayá. El ganador de este año será sede del Fanescón de 2024.
Después de pelar y cortar los huevos, Luz Mari abre una olla y empieza a mezclar la preparación con un cucharón. Mientras continúa con los preparativos dice que la alternativa de Pifo “es una fanesca comunitaria”. Los ingredientes vienen de diferentes partes de la parroquia, de la zona templada y de la parte alta, que es páramo.
Ingredientes de productores locales
“Los mellocos son del Tablón y los choclos de la Cocha. De todo lado se ha ido recolectando”, explica. Además, en la preparación participaron chicos que forman parte de las capacitaciones del GAD parroquial”.
Junto a la mesa de Pifo está el puesto de Puembo, que participa con dos opciones de fanesca y una de dulces típicos que se suelen servir para acompañar a este plato propio de Semana Santa. Hay higos con queso, arroz con leche, dulce de guayaba y demás manjares. Rosario, quien estuvo a cargo de la preparación, detalla que se trata de productos orgánicos.
La receta de la fanesca de María Valencia, que representa también a Puembo, ha pasado de generación en generación. Cuenta doña María que la sopa que va concursar por el primer lugar en el Fanescón es la que hacía su abuela en Semana Santa y también la que cocinaba su mamá y su hermana mayor. Ella, la menor de la familia, continúa con el legado. En total, dice que se demora unas tres horas porque es meticulosa y debe pelar los granos y cocinarlos por separado.
Una de las representantes de Puembo presenta su fanesca. El secreto detrás de la preparación es pelar todos los granos. Foto: Carlos Noriega/ EL COMERCIO.
Rescatar tradiciones
Marco Calvache Sánchez, director de la Escuela de Negocios y Sostenibilidad (ISMAC) y organizador del Fanescón, menciona que la idea detrás de este evento es rescatar las tradiciones para asegurar que las futuras generaciones las conozcan. Asimismo, buscan generar unión entre las parroquias del valle, que comparten el gusto por la gastronomía y la cultura.
Para elegir al plato ganador, detalla Calvache, los jueces no evaluarán solamente el sabor. También son importantes los ingredientes, la receta, la presentación, los extras y la historia que cada fanesca tiene detrás.
Después de elegir el plato ganador, los comensales e interesados pueden degustar las propuestas de cada parroquia a un precio accesible para todo bolsillo, de 50 centavos. El Fanescón se realiza en la Plaza Cívica de Puembo (junto a la entrada del mercado) hasta las 14:00 horas de este 26 de marzo de 2023.
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