Desde el 2005, el Ministerio del Ambiente (MAE), a través de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) inició un programa de reproducción en cautiverio de tortugas gigantes, en el Centro de Crianza de la isla San Cristóbal. Esta acción se tomó con el objetivo de recuperar la especie Chelonoidis chathamensis, que se encontraba en disminución en el archipiélago.
Actualmente, en ese centro eclosionó el cascarón de la tortuga número 100. Para los directivos del parque, este nacimiento es el reflejo del esfuerzo que se realiza a diario para conservar este tipo de fauna, única en el archipiélago.
Inicialmente, el procedimiento de reproducción de tortugas en este centro era de manera natural, las pequeñas tortugas nacían en los mismos nidos, pero en el 2010 la DPNG tecnificó este proceso. Ahora, el ciclo de vida de estas especies comienza con la recolección de los huevos, luego los guardaparques colocan a los quelonios en las cámaras de incubación, para que dentro de 120 días se espere su eclosión.
En las incubadoras aún se encuentran 29 huevos más por eclosionar, correspondientes a la nidada del 2013. Los guardaparques están atentos a los nacimientos.
La tortuga Galápagos es un herbívoro que se alimenta de nopal, frutas, bromelias, helechos acuáticos, hojas y hierbas. Tienen una enorme capacidad de almacenamiento de agua, lo que les permite sobrevivir al verano. Pueden vivir hasta los 100 años y alcanzan a medir cerca de 1,5 m en longitud y a pesar cerca de 225 k (500 lb). Son las tortugas más grandes en el mundo y también son reconocidas como los seres vertebrados más longevos. La tortuga gigante más vieja del mundo vivió 152 años.
Las mayores poblaciones de las tortugas Galápagos están en las islas Isabela y Santa Cruz. Varían en cuanto a tamaño, forma de sus caparazones y cuello.
El biólogo marino Andrés Rodríguez dice que en el archipiélago habitaban 14 subespecies, de las cuales 11 aún existen. Su extinción se debe a la cacería y la introducción de otras especies, como cabras, cerdos, perros y otros que suelen pisar o comerse los huevos de las tortugas, informó.
Otra de las acciones que realizó el DPNG fue que en el Centro de Crianza de Tortugas Gigantes Jacinto Gordillo, se repatriaron nueve tortugas a su ambiente natural, las que ahora se encuentran habitando en el sector conocido como Cerro Colorado, en el noreste de la isla Isabela.