Piqueros patas rojas en Punta Pitt. Foto: Cuenta Flickr Parque Nacional Galápagos
294 muertes de aves atropelladas por automotores fueron registradas en el período de 11 días de monitoreo aleatorio realizado por el Parque Nacional Galápagos junto con la Fundación Charles Darwin durante el 2018. Pero apenas es una muestra de la problemática que vulnera la biodiversidad del Archipiélago, pues un informe, difundido por las organizaciones el pasado 28 de mayo del 2019, proyecta más de 9 000 muertes al año por la misma causa.
Entre las principales víctimas de las colisiones, según el documento, están especies endémicas como canarios maría, pinzones y lechuzas, además de especies nativas, migrantes e introducidas.
Según el informe, las colisiones son causadas principalmente por la falta de prudencia de los conductores que “recorren el paisaje galapagueño a velocidades mayores a las permitidas en lugar” que son entre 50 kilómetros por hora y 70 kilómetros por hora.
El canario maría, especie endémica de las islas Galápagos, es la principal víctima de los atropellamientos. Foto: Web Fundación Charles Darwin
Pero el conflicto no es un hecho aislado, sus antecedentes se remontan hacia inicios de 1980. En el documento, las organizaciones afirman que en esa época había apenas 30 vehículos. En el 2016, en cambio, se contabilizaron más de 1 200 vehículos. Es decir, se registró un aumento del 3 900 %. Como consecuencia del exceso de velocidad en las carreteras aumentaron las muertes de aves.
La Fundación Charles Darwin brinda una recomendación principal para reducir los índices de mortalidad: mantener la velocidad máxima permitida (entre 50 km/ h y 70 km/h) especialmente “en la temporada de apareamiento, de enero a julio”, pues causa que las aves estén más activas en la carretera.
La lechuza de Galápagos, Asio Flammeus Galapagoensis, en Isla Genovesa. Foto: Fundación Charles Darwin
Como parte de una serie de medidas preventivas, el Parque Nacional Galápagos y la Fundación Charles Darwin presentaron la campaña Quiero seguir volando en Puerto Ayora (isla Santa Cruz) con un objetivo claro: disminuir el número de aves que mueren impactadas por vehículos.
Pinzón de Manglar de Galápagos. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
El programa de la iniciativa incluye charlas dirigidas a conductores de las compañías de servicio y la ciudadanía en general. Las primeras jornadas, que se desarrollaron entre mayo y junio, basaron su temática en conflictos ambientales que vulneran la biodiversidad de las islas.
Uno de los temas en los que se puso mayor énfasis durante las charlas fue la mortalidad de las aves causada por atropellamientos, además de las recomendaciones para reducir el impacto ambiental.
En julio, también se impartirán capacitaciones para la comunidad en el marco del Simposio de Ciencias de la Dirección del Parque Nacional de Galápagos y la Fundación Charles Darwin. Asimismo, se presentarán charlas para instituciones públicas y locales como el Consejo de Gobierno de Galápagos, el Gobierno Municipal de Santa Cruz, entre otros.