Freddie Highmore, actor británico. Foto: El Tiempo de Colombia / GDA
Cuando Freddie Highmore sonríe arrugando los ojos es fácil recordar que esa era la mirada del niño que ganó un tique dorado para conocer la fábrica de Willi Wonka en ‘Charlie y la fábrica de chocolate’.
Aunque no ha perdido ese brillo de inocencia de su rostro, este actor, ahora con 22 años, también es capaz de interpretar al traumatizado asesino Norman Bates, un personaje que se hizo famoso en 1960 en la película ‘Psicosis’, de Alfred Hithcock, y que tiene un nuevo aire en la serie de TV ‘Bates Motel’.
La producción, que ya estrenó su segunda temporada en Universal Channel, retoma la conflictiva relación entre un joven y su madre (rol de Vera Farmiga).
Precisamente, Highmore conversó –en un impecable castellano que aprendió en la universidad– sobre la experiencia de ofrecer una nueva mirada a este personaje en la pantalla chica.
¿Cómo ha sido reinterpretar a un ícono del cine, como lo es Norman Bates, ahora que ya lleva dos temporadas en este papel?
Todos sentimos una cierta presión de continuar con la mitología de Hitchcock, pero también tuvimos la libertad de crear nuestra propia versión. La interpretación de Perkins me sirvió de inspiración, pero nunca intenté replicarlo con exactitud.
Entonces, ¿qué esperar de Bates en esta segunda temporada?
Veremos a un Norman cada vez más consciente de lo que es capaz de hacer. Asimismo, nos metimos en otros aspectos de su personalidad y de una mente que es capaz de llevarlo a situaciones como cuando habla por primera vez como si su madre lo infiltrara por completo… como si él fuera ella.
¿Por qué cree que su personaje no logra encajar?
Probablemente Norman no es normal por sus problemas psicológicos y la relación con su madre. Es algo raro, pero también simpático y por eso lo queremos.
¿Esa línea entre compasión y desprecio por el personaje se puede romper en algún momento?
Esa es la tragedia de la serie: queremos a Norman pero no que se convierta en un asesino en serie. De todos modos, tendrá que hacerlo. A diferencia de otras series que tienen como protagonistas a asesinos o psicópatas, no celebramos el estado de Norman ni lo estamos apoyando cuando mata, sino que nos entristece porque sabemos lo que hubiera podido ser y nunca será.
¿Cómo define esta experiencia en TV con respecto a su trabajo en el cine?
Me encanta la televisión, tienes más tiempo para desarrollar al personaje y crear rasgos pequeños de su carácter. Además, tienes más responsabilidad como actor porque los escritores no están, los productores tampoco y los directores cambian. La única persona para mantener el arco del personaje eres tú. A veces, Vera y yo nos miramos como pensando: ‘bueno, tenemos que hacerlo nosotros’.
¿A qué se debe el éxito de una serie en la que la gente puede imaginarse cómo terminará?
Creo que la gente llegó con una idea preconcebida de Norman como un psicópata o un asesino en serie, y nosotros queremos hacer lo opuesto: mostrar al personaje desde el principio. En la segunda temporada, Norman está más loco y enfermo, pero al mismo tiempo genera más empatía, algo inesperado para los seguidores.
¿Vamos a ver más violencia o suspenso?
Más suspenso psicológico, eso fue lo que hizo Hitchcock y es lo que intentamos hacer nosotros también. Lo que buscamos no es mostrar cómo Bates mata, sino por qué lo hace.