Brunne Poirson, ministra de Ecología de Francia, habla durante la inauguración de la reunión preparatoria a la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25). Foto: EFE.
Francia espera que la próxima cumbre climática que se celebrará en diciembre en Chile envíe una “señal política fuerte” que comprometa al mundo a reducir sus emisiones causantes del calentamiento global.
La 25a Conferencia de las Partes (COP 25) de la convención sobre cambio climático debe marcar un punto de inflexión en el esfuerzo mundial por contener el calentamiento global, al pasar de las negociaciones a la acción, según el país anfitrión de la cita.
“Lo que esperamos de la próxima COP es una señal política muy fuerte de que es importante tener claro a dónde queremos llegar, y el punto final es la carbono neutralidad para 2050”, declaró Brune Poirson, secretaria de Estado francesa para la Transición Ecológica e Inclusiva.
La responsable discutió el tema durante la reunión preparatoria de la COP 25 que se celebra desde el martes 8 de octubre del 2019 en Costa Rica, donde desplegó un intenso movimiento diplomático en favor del Acuerdo de París de 2015, que establece metas ambiciosas para contener el cambio climático.
Sus gestiones se dan en momentos en que países de gran peso en la emisión de gases causantes del calentamiento global, como Estados Unidos y Brasil, reniegan del compromiso de París.
Poirson explicó que la meta de su gobierno es asegurar que el pacto “permanezca vivo y que realmente respetamos y cumplamos lo que dice el Acuerdo de París”.
“Es la primera vez en la historia que tenemos un acuerdo global en el que cada país del planeta se comprometió”, comentó la ministra. “Es tan precioso y tan vital para la humanidad que sentimos que tenemos que hacer todo lo posible” para asegurar su cumplimiento.
La secretaria de Estado conversó con la AFP poco después de abordar el tema con delegados de China en la cita de San José.
Poirson explicó que Francia busca identificar a los aliados que quieren permanecer en el acuerdo, y con ellos quiere “construir vínculos muy fuertes, con países como China e India”.
Según ella, Francia sigue trabajando con los países que quieren abandonar el acuerdo pero no lo hace a nivel estatal.
Citó como ejemplo el trabajo con Estados Unidos, cuyo presidente Donald Trump inició gestiones para abandonar el acuerdo, por lo que Francia mantiene un trabajo estrecho con el sector empresarial, ONGs, ciudades y regiones de la superpotencia.
Poirson destacó que la relación con China es crítica por la influencia que tiene sobre países que han sido ambivalentes sobre el acuerdo, como Vietnam y algunos africanos.
El Acuerdo de París establece la meta de ser carbono neutral para 2050, esto es, reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) al mínimo y tomar acciones de preservación ambiental para compensar las emisiones que permanecen.
Para Poirson, esa meta requiere un compromiso de gobiernos, empresarios y otros sectores para asegurar que la protección ambiental se convierta en la piedra angular de la economía y la organización política.
“Implementar el Acuerdo de París significa cambiar la forma en que están organizadas las instituciones, la forma en que funciona el gobierno, la forma en que comerciamos con otros países y cambiar la forma en que se organiza la economía”, indicó.
Pero también espera que se logre incorporar las variables de la protección de la biodiversidad como parte de la agenda climática, como ha propuesto Chile.
Insistió en que la preservación de la biodiversidad es la clave para enfrentar el cambio climático.
“Si seguimos hablando de reducir emisiones de CO2 y de la neutralidad de carbono, necesitamos preservar la naturaleza (porque) en la naturaleza encontramos muchas de las soluciones para frenar las emisiones de CO2”, sostuvo Poirson.