Un enclave montuvio exhibe su mejor cara en Puente Lucía

El barrio de Fortaleza, del poblado de Puente Lucía, tiene paraguas flotantes abiertos en lo alto de dos de sus calles. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

El barrio de Fortaleza, del poblado de Puente Lucía, tiene paraguas flotantes abiertos en lo alto de dos de sus calles. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

Tanques de latón fueron convertidos en vagones de ‘trencitos’; son halados por bicicletas de los niños del barrio Fortaleza. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

El pequeño poblado de raíces montuvias de Puente Lucía, en periferias del norte de Guayaquil, obtuvo tres de los premios del concurso Mejoremos nuestra cuadra del Municipio de Guayaquil. Este busca mejorar la imagen de los sectores populares de la ciudad y la autoestima de los moradores.

El sector de Fortaleza obtuvo el mayor puntaje del concurso municipal y un premio de USD 20 000. Presentó coloridos paraguas abiertos en lo alto de dos calles y una chiva artesanal de madera con motor de mototaxi. Son dos manzanas y 38 casas del poblado situado en el kilómetro 27 de la vía a Guayaquil-Daule.

Tanques de latón fueron convertidos en muebles, en avioncitos o en vagones de ‘trencitos’ halados por bicicleta por los niños. En tres meses, Fortaleza pasó de grises fachadas de bloque desnudo a paredes enlucidas y pintadas, con maceteros de llantas recicladas con forma de loro, plantas en balcones y veredas y un sinnúmero de detalles decorativos con material reciclado.

Los vecinos trabajaban incluso hasta las madrugadas en el proceso de regeneración de su barrio. “Ha mejorado un montón la autoestima de la gente y las relaciones, nunca imaginamos que esta fuera una oportunidad para conocernos y crear un sentido de comunidad, nos llevamos mucho mejor, porque antes ni nos saludamos”, indicó Darwin León, presidente del barrio.

La chiva tiene pintada en la parte trasera la escena de un agricultor sembrando arroz en una zona marcada por extensos arrozales, por la venta de la gramínea y por la actividad del río Daule. En el muelle de Punto Lucía, cercano a los tres sectores premiados, amarran canoas a remo para pesca y lanchas de madera a motor que comunican al puerto con sectores rurales al otro lado del río. “Entre los habitantes destacan raíces campesinas, pero muchos vecinos también provienen de diferentes partes de Guayaquil”, dijo León.

El barrio de Fortaleza, del poblado de Puente Lucía, tiene paraguas flotantes abiertos en lo alto de dos de sus calles. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

Un callejón peatonal adjunto a Fortaleza y denominado Guerreros Dinámicos obtuvo también en esta edición un tercer premio de USD 5 000. Las dos manzanas de Fortaleza se unen a su vez con otra cuadra que se extiende hasta el río, denominada Manos Trabajadoras, que el año pasado también resultó ganadora del concurso del Municipio de Guayaquil.

Unidos Venceremos, una cuadra ubicada más al norte, obtuvo también un premio de 20 000 del certamen. En la zona se destaca un parque creado por la misma comunidad y una cabaña-mirador de caña a orillas del lugar donde el estero desemboca en el Daule.

Las canoas se ubican bajo la cabaña. “Aparte de vecinos nos convertimos en amigos”, contó Gladys Romero, vecina de Unidos Venceremos. “En las lanchas que comunican a los sectores rurales de la zona se puede pasear por el río y visitar una playita turística en la comunidad cercana de Pula”.

Tras el reconocimiento municipal, Puente Lucía comienza a recibir visitantes de distintas partes de Guayaquil atraídos por el pintoresco ambiente, que ofrece fotos y paseos en la chiva artesanal, y planea incorporar paseos en lancha por el río Daule, para potenciarse como punto turístico. La gastronomía rural de la zona es otro de sus atractivos.

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