Richard Wiseman, psicólogo de la Universidad de Hertfordshire en Reino Unido, llevó a cabo una investigación sobre las mejores maneras de mantener las promesas de Fin de Año. Foto referencial: Pixabay
Si es de las personas que creen que su vida dará un giro radical durante el año entrante, tal vez debería bajar un poco sus expectativas antes de llevarse una gran decepción. Si bien las resoluciones de Año Nuevo son una costumbre muy arraigada y en ocasiones funcionan, es importante tomar en cuenta ciertos consejos para que no queden a final de año como promesas vacías.
Richard Wiseman, psicólogo de la Universidad de Hertfordshire en Reino Unido, llevó a cabo una investigación sobre las mejores maneras de mantener las promesas de Fin de Año y BBC Mundo replicó los resultados en un artículo.
El primer consejo es siempre persistir. Aunque parezca obvio, muchas personas fallan en sus resoluciones debido a la falta de persistencia. Muchas veces, un pequeño traspié da paso a que las personas desistan en el intento por llevar a cabo cambios. Pero la persona debe ser fuerte y sobrepasar los contratiempos.
El segundo consejo del psicólogo es no guardar las resoluciones para uno mismo. El apoyo de amigos y familiares resulta fundamental al momento de trazar un objetivo. Esto, debido a que las personas cercanas pueden funcionar como un apoyo moral cuando se pasan por épocas difíciles de cambio.
Gail Matthews, un profesor de psicología de la Dominican University Of California llevó a cabo otro estudio al respecto. Según la publicación, más del 70% de los participantes que dijeron haber comentado a sus amigos sobre los cambios que quiere llevar a cabo, pudieron cumplir sus promesas. Entre quienes no comentaron a nadie sobre sus propósitos, solo un 35% de los participantes lograron llevarlos a cabo.
Otro tip de Wiseman es siempre llevar un registro del cambio gradual que quiere llevar a cabo la persona. Esto quiere decir que es recomendable escribir una bitácora sobre los objetivos planteados y cómo los lleva a cabo la persona durante el año entrante. Por ejemplo, si la resolución planteada es hacer una dieta, anotar siempre las cantidades, proporciones y calorías que se han ingerido durante el día.
Algo sumamente importante es plantearse únicamente objetivos alcanzables. De nada sirve proponerse ir al gimnasio todos los días, si la persona se inscribirá e irá durante solo una semana. En este caso, es mucho más recomendable proponer resoluciones que tomen el tiempo, dinero y esfuerzo que la persona tenga disponibles para evitar decepciones o frustraciones a futuro.
Finalmente, Wiseman aconseja también identificar de manera clara los elementos que producen las conductas que la persona quiere cambiar. Por ejemplo, si el sujeto quiere dejar de fumar, debe comprender las razones por las cuales se genera la ansiedad que causa las ganas de encender un cigarrillo.