Contadores de mentiras, grupo de Brasil, fue fundado en 1995 presentará la obra ‘O Increível Homem Pelo Avesso’. Sus proyectos escénicos son creados a partir del entorno en el que se van a presentar. Foto: festival de loja.com
Para la segunda edición del Festival Internacional de Artes Vivas de Loja, que se realizará en noviembre, el Ministerio de Cultura y Patrimonio invertirá USD 3 millones, según el ministro Raúl Pérez Torres. Esto representa un incremento del 55% en relación a la edición del 2016, en la que se gastaron USD 1 933 000.
Pérez Torres señala que el incremento para el Festival, que según el contrato adjudicado a la empresa Stargroup bajo la modalidad de régimen especial, es de USD 5 600 000 para la edición 2017 y 2018. Este corresponde a la incorporación de nuevos rubros: promoción internacional en Perú y Colombia, estrategia comercial, circulación, puesta en valor de obras y el camino a Loja que inicia el 15 de octubre.
En este contexto, Nixon García miembro del grupo de teatro La Trinchera y uno de los creadores del Festival Internacional de Teatro de Manta, fundado en 1988, sostiene que el presupuesto que se asigna al Festival de Loja es un ‘insulto’ a las artes escénicas del país. “Con ese presupuesto -dice- se podría garantizar la realización de veinte ediciones del Festival de Manta”. En la edición del 2017, que no contó con el auspicio del Ministerio de Cultura y en la que participaron grupos como Yuyachkani, de Perú, el Teatro de los Andes, de Bolivia y Les Rois Vagabonds, de Francia, los organizadores tuvieron USD 50 000.
Otra de las necesidades que se podría suplir, según García, es el pago de las giras internacionales de los grupos de teatro. “Muchas veces somos invitados a festivales en otros países, pero no podemos ir porque no tenemos el dinero para la movilización. Con el monto se podría generar un fondo para la proyección internacional de los grupos locales”.
Javier Cevallos, integrante del grupo Quito Eterno, coincide con García en que el dinero que se asigna al Festival de Loja se podría utilizar para ayudar en la movilización de los grupos locales. Agrega que se podría invertir en un programa nacional de circulación de obras, para que las piezas que se crean en el ámbito local puedan circular en cualquier ciudad. “También se necesita un festival menos costoso que tenga conexiones con otros a escala internacional”.
Héctor Garzón, vicepresidente de la Federación Nacional de Artistas Autónomos del Ecuador, cree que con ese dinero se podría invertir en partidas para que los artistas se capaciten. “Siempre hemos sido socios del Estado. Sin que el Estado muchas veces nos dé nada, hemos aportado con el pago de los impuestos”.
En los últimos diez años, las asignaciones para festivales locales como el Festival Internacional de Teatro Experimental Fiteq, el Encuentro de Mujeres en Escena y el Festival de Manta han perdido las aportaciones del Estado.
Pérez Torres está de acuerdo con la inversión para el festival porque la idea es posicionarlo regionalmente y espera que cada año el monto baje.
Añade que una de alternativa para suplir las necesidades económicas del sector es que los grupos escénicos vuelvan a presentarse en escuelas y colegios. “Hablé con autoridades del Ministerio de Educación para que se derogue este impedimento. Estamos haciendo un mapeo nacional para ver qué espacios pueden ser utilizados para el ensayo y la presentación de los grupos”.