José María Avilés (izq.), Sarah Roitman y Rocío Carpio conforman el equipo de gestión del ciclo de cine. Foto: Julio Estrella /EL COMERCIO
El 27 de enero es la fecha oficial que ha fijado la Organización de las Naciones Unidas como el Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto. En Ecuador, la conmemoración se extiende a través del ciclo de cine ‘La fractura del siglo’.
Sarah Roitman, gestora del proyecto, explica que la idea empezó a desarrollarse desde octubre del año pasado. En la primera etapa se logró una serie de alianzas con personas e instituciones privadas para cubrir el financiamiento y también se alcanzó un acuerdo para proyectar las películas seleccionadas en las salas del Ochoymedio, en Quito.
Con el espacio y los recursos económicos, para la siguiente etapa se conformó un equipo junto con José María Avilés, quien se hizo cargo de la curaduría de la muestra.
El cineasta ecuatoriano admite que, aunque la cinematografía de la Segunda Guerra Mundial es uno de sus períodos favoritos en la historia del cine, hacer una selección de apenas 12 filmes resultó un desafío.
Para Avilés, uno de los principales retos era el de llegar a proponer una mirada tan amplia como diversa de las representaciones que se llevaron a la pantalla grande sobre aquel conflicto y sus secuelas.
Avilés habla sobre los riesgos del embellecimiento inmoral del horror y hace referencia a la responsabilidad social y estética que implicó la curaduría de la muestra.
El resultado, sin embargo, es una selección que logra mantener un equilibrio entre el documental y la ficción, así como entre géneros que van del drama a la comedia y de épocas que transitan a través del neorrealismo a la nouvelle vague, hasta el cine más contemporáneo.
El realizador asegura que la muestra propone una diversidad de estéticas, discursos y posturas de reconocidos directores como Alain Resnais, con títulos como ‘Guernica’ (1950), ‘Noche y Niebla’ (1955) e ‘Hiroshima mon amour’ (1959) o Roberto Rossellini con ‘Alemania año cero’ (1948).
Entre los documentales figuran títulos como ‘La guerra de un hombre solo’ (1982) de Edgardo Cozarinsky, ‘El último de los injustos’ (2013) de Claude Lanzmann y ‘Prisioneros del Paraíso’ (2002) de Malcolm Clarke, esta última nominada al Oscar en el 2003.
Rocío Carpio, responsable de la difusión, destaca la vigencia de un acontecimiento que va más allá de la propia guerra, en obras como ‘Phoenix’, a la que califica como una propuesta intensa donde el cine contemporáneo de autores como Christian Petzold se reapropia artísticamente de elementos del cine clásico.
Para Roitman, ‘La fractura del siglo’ será una oportunidad para anclar en el presente un pasado que no ha terminado de erradicarse del todo.