Ferdinand Marcos fue presidente de Filipinas de 1965 a 1986. Foto: Wikicommons
Carloo Pérez fue, a inicios de los años 90, corresponsal en Filipinas (Sudeste Asiático). El periodista publicó, en una columna para CNN en Español, su historia como enviado especial en el país y uno de los hechos insólitos que lo sorprendió durante su estadía allí.
Por más de 20 años, de 1965 a 1986, Filipinas fue gobernado por la mano dura del dictador Ferdinand Marcos. El expresidente se caracterizó por una fuerte inversión en el sector público, pero también fue protagonista de una serie de escándalos de malversación de fondos. Según Transparency International, Marcos habría amasado durante su gobierno una fortuna de entre USD 5 000 y 10 000 millones provenientes de fondos públicos.
En 1986, tras una elección en la cual se probó que el expresidente habría cometido fraude, la oposición al régimen y las Fuerzas Armadas se unieron a una revolución que terminó derrocándolo. Marcos tuvo que exiliarse en Hawai, pero su historia estaba lejos de terminar.
Según relata el corresponsal de Televisa, en una ocasión visitó un pequeño museo en la provincia de Ilocos (en el norte de Filipinas), localidad natal del expresidente. Allí se encontraron con un mausoleo en el cual se hallaba el cuerpo fallecido de la madre de Marcos.
Según los guías del museo, el cuerpo embalsamado de Josefa Edralin Marcos se encontraba en exhibición, sin ser enterrado, puesto que el exdictador pidió que el funeral de su madre no se llevara a cabo hasta que él pudiese regresar al país. Josefa falleció en 1988, dos años después del derrocamiento del expresidente.
Después del deceso de su madre, Marcos intentó convencer a la nueva presidente de Filipinas, Corazón Aquino, de otorgarle un permiso especial para entrar al país y poder asistir al funeral de la difunta. La presidenta, sin embargo, negó esta posibilidad en varias ocasiones.
Un año más tarde, en 1989, el exmandatario falleció también. En 1993, el cuerpo del difunto Marcos fue finalmente repatriado a Filipinas. Una vez allí se realizó un funeral junto al cadáver embalsamado de su madre.
La familia del exdictador solicitó a las autoridades que el cuerpo de Marcos fuera enterrado en el Cementerio de Héroes Nacionales, un espacio exclusivo para exmandatarios y figuras filipinas prominentes que han fallecido. Sin embargo, las autoridades se negaron inclusive a rendir honores oficiales para el expresidente.
Ante esto, los restos de Marcos fueron también embalsamados y fueron depositados en un suntuoso mausoleo en su localidad natal de Batac. Después de 23 años, las autoridades filipinas finalmente aceptaron enterrar al exdictador en el cementerio oficial e inclusive con rendición de honores por parte de la cúpula militar. Desde este 2016, los restos del exmandatario finalmente yacen enterrados.