Tres fibras promueven el ingenio en Dos Mangas

Las artesanas aplican sus conocimientos de tejido en la elaboración de productos como canastas de mimbre u hoja de plátano, adornos de abacá y carteras de paja toquilla.  Foto: Patricio Terán / El Comercio

Las artesanas aplican sus conocimientos de tejido en la elaboración de productos como canastas de mimbre u hoja de plátano, adornos de abacá y carteras de paja toquilla. Foto: Patricio Terán / El Comercio

Las artesanas aplican sus conocimientos de tejido en la elaboración de productos como canastas de mimbre u hoja de plátano, adornos de abacá y carteras de paja toquilla. Foto: Patricio Terán/EL COMERCIO

La paja toquilla es todavía el emblema de la comunidad de Dos Mangas, en Santa Elena. Sin embargo, ya no es la única fibra que las artesanas tejen.

El banano, el abacá y el mimbre son otros materiales con los que se han realizado pruebas y que ya se han convertido en delicadas artesanías.

La fibra del banano se obtiene del procesamiento del tallo de la planta. Herlinda González, coordinadora de las artesanas de Dos Mangas, cuenta que la calidad y la resistencia de este material es muy similar al de la paja toquilla.

La única diferencia es el color. Las fibras de banano son de tonos tierra, mientras que la paja toquilla se caracteriza por un color claro.

Ambos productos vegetales se fusionan para crear canastas, individuales e incluso sombreros. La combinación de tonalidades y texturas es muy atractiva a nivel visual.

La experimentación también les ha llevado a implementar el uso del abacá. Esta fibra es muy conocida por su versatilidad para crear desde muebles para el hogar hasta objetos de decoración.

Las 150 artesanas de dos mangas tejen pequeños angelitos, demostrando que el abacá es fuerte para soportar el peso de una persona y delicado para la elaboración de adornos.

El mimbre es otro material usado. Entre los productos que elaboran están los aventadores con diseños geométricos y otros con diseños circulares.

La innovación ha sido el motor del grupo de artesanas de Dos Mangas. Desde hace un año y medio reciben el apoyo de la Fundación Sinchi Sacha, que comercializa estos productos en dos tiendas en Quito: El Tianguez, en el Centro, y el Mindalae, en La Mariscal.

La fundación ha realizado talleres con las artesanas, con el objetivo de que conozcan los productos que pueden tener mayor potencial en los mercados urbanos.

Una vez que se ponen los artículos en las tiendas, Sinchi Sacha levanta la información que ha obtenido del consumidor final: qué productos están vendiéndose, cuáles deben ser rediseñados, qué variaciones se deben hacer, etc.

Estos datos son entregados a las artesanas para promover su trabajo y motivarlas a que sigan innovando. Gracias a este espíritu se han creado productos como los bolsos, que si bien al ser de paja toquilla son relacionados con la moda playera, el diseño los hace apetecibles para la ciudad. Además, cuentan con un botón de tagua, en el que se talla iconografía ancestral.

La comunidad de Dos Mangas es reconocida por el sombrero de paja toquilla fino-fino, que es tejido a croché. El acabado es similar a una tela, lo que le convierte en un producto que se puede doblar y fácil de trasladar.

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