El XV Festival de homenaje a la Cultura Otaku Japonesa Anime Dokkan Genshiken FIve se desarrollo en la CCE. Foto: El Comercio
Joshua Gortaire sale al escenario. Lleva el gorro del Sombrerero loco, las rastas de Jack Sparrow y unas tijeras en las manos como las de Edward manos de tijera. “¿Dónde está Alicia?”, pregunta. Camina unos pasos y exclama “¡Este será el día como el día que casi capturan a Jack Spar..”. Cae por las gradas del escenario y el público le aplaude. Gortaire fue uno de los participantes en el concurso de cosplay o interpretación de un personaje de ánime, película o videojuego, en el XV Festival de homenaje a la Cultura Otaku Japonesa Anime Dokkan Genshiken FIve.
El Festival se llevó a cabo este sábado, 23 de febrero -desde las 10:00 hasta las 20:00 – en la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Quito, en cooperación con la Agrupación Juvenil Asa no inori. “Es un evento que reúne a la cultura urbana otaku. Además tiene el propósito de dar a conocer la cultura japonesa”, dice Luis Pupiales, organizador del evento y director de la agrupación.
La palabra otaku se usa para designar a los aficionados del anime y/o la animación japonesa. “En Latinoamérica, los otakus extienden su afición más allá del manga (historietas japonesas) y el anime (dibujos animados nipones), adentrándose en la cultura japonesa misma, lo que incluye la música, el idioma, la gastronomía, la historia y costumbres de este lejano país”, explica Roberto García Nuñez, sociólogo de la Universidad de Guadalajara, en un artículo.
La convención contó con una variedad de stands quienes ofrecían productos con imágenes de ánimes como Dragon Ball, Mortal Combat, Pokemon; y de dibujos animados como Spider Man o los Simpsons. Aproximadamente unas 2000 personas llenaron la Sala Demetrio Aguilera Malta. Entre la multitud, gente disfrazada de personajes virtuales participaban en concursos de dibujo, cosplay, coreografía K-pop y videojuegos.
Taita Fernandez considerada otaku y cosplayer desde hace seis años, dice que programas como este reúnen a gente que tenga las mismas aficiones y asegura que cada vez son más común en Ecuador gracias al internet, “donde más gente puede ver ánime”.
Para ella, la afición por el dibujo virtual japonés se debe a que estas series animadas trasmiten la energía y el positivismo para seguir adelante. “Los personajes principales constantemente atraviesan muchos obstáculos, pero siempre llegan a su meta final. Como Goku de Dragon Ball: cada vez que le pegan se hace más fuerte”, dice.