Ferias alternativas, una opción para indígenas, afros y mestizos

Los alimentos ancestrales, como la mashua, se pueden encontrar en ferias como Frutos de la Pacha Mama, en Ibarra.

Los alimentos ancestrales, como la mashua, se pueden encontrar en ferias como Frutos de la Pacha Mama, en Ibarra.

Los alimentos ancestrales, como la mashua, se pueden encontrar en ferias como Frutos de la Pacha Mama, en Ibarra. Foto: Francisco Espinoza para EL COMERCIO

Rosa Andrango prefiere llevar hasta Ibarra, capital de Imbabura, los alimentos que produce en su huerta en Otavalo, para evitar a los intermediarios.

Es una de los 39 productores que participan en la feria Kurimikuy (Comida Sana, en español). Esta vitrina se instala, los miércoles y viernes, en la Plazoleta Francisco Calderón, en el centro de la urbe.

Así lo hacen desde hace un año. Andrango, de 56 años, se dio cuenta que ofrecer directamente sus cosechas, que produce libre de agroquímicos, le garantiza mejores ingresos. En su huerta, ubicada en la comuna San Francisco de la Rinconada, tiene de todo. Desde plantas medicinales, hortalizas, granos hasta alimentos ancestrales, como la mashua.

Como esta mujer, decenas de campesinos kichwas, afroecuatorianos y mestizos ven una oportunidad económica en estas ferias alternativas. Esta tendencia, que se inició hace una década, se ha ido ampliando. Ahora, estas cadenas de comercialización alternativas existen en Otavalo, Cotacachi e Ibarra, en Imbabura, y Cayambe, Pedro Moncayo y Quito, en Pichincha.

La idea es que en estos espacios, a los que denominan solidarios, participen solo productores, explica Rolando Cangás, del Movimiento de Economía Social y Solidaria del Ecuador (Messe).
Esta organización ha articu­lado una docena de ferias en la región. Una de ellas es la Ñukanchi Allpamamamanta Murukuna (Por Nuestra Madre Tierra y por Nuestros Granos ), que funciona en el barrio Supermanzana C, en Carcelén, en el norte de Quito.

La iniciativa surgió el2014, recuerda Alberto Quilumbango, integrante de la Federación de los Pueblos Kichwas de la Sierra Norte (FICI). Son 24 agricultores de parcialidades de Pimampiro y Otavalo que, cada semana, llevan frutas, hortalizas, granos y harinas variadas.

El panorama ha cambiado la vida de campesinos como José Criollo, nativo de la parroquia González Suárez, Otavalo. Recuerda que antes entregaban sus cosechas a los intermediarios, quienes fijaban los precios. Ahora, que venden directamente, han mejorado los ingresos. Calcula que en un buen día, las ventas alcanzan los USD 300, con la mora, frutilla, uvilla, papas, habas...

Otra experiencia parecida es la de la Feria Frutos de la Pacha Mama (Madre Tierra), que tiene 70 productores. Lo particular es que ofrecen productos de los diversos pisos climáticos de la Sierra Norte. Las papayas, plátano y limón, por ejemplo, provienen de vía Ibarra-San Lorenzo. Las papas, el maíz, arvejas... de las comunas altas de Ibarra y Pimampiro. Así explica Luis Luna, presidente de la asociación Frutos de la Pacha Mama.

Ellos ocupan un espacio en El Ejido de Ibarra, cada miércoles y domingo. Inicialmente, laboraban un día del fin de semana. Pero ante el pedido de la gente, se amplió a dos días.

Viviana Bonilla es una de las compradoras frecuentes. Comenta que le atrae por la variedad, frescura y precios módico de los productos. Además, que a diferencia de otros mercados, aquí puede encontrar porciones desde USD 0,25.

En esta vitrina, además, se pueden encontrar platos de la gastronomía local, como cuyes asados, caldo de gallina, papas con berro, entre otros. Como recuperando una tradición de los pueblos milenarios, al final de las ferias los indígenas y afrochoteños acostumbran a intercambiar los productos restantes del día.

De esta manera, estas cadenas alternas de comercialización han servido para mantener vigente el trueque. Otra ventaja es que en el país hay una gran diversidad de productos, como semillas, granos, raíces, tubérculos y hortalizas, que se producen todo el año, explica Eduar Pinzón, del Colectivo Agroecológico del Ecuador.

Este tipo de producción, incluso, ha abierto espacios como las denominadas jornadas agroecológicas, que sirven para instruir a productores y consumidores. Esta vez se realizarán del 14 al 28 de octubre, en nueve ciudades del país.

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