La Feria de Londres abandera las últimas tendencias en literatura digital

La Feria del Libro de Moscú (Rusia) tiene un invitado de honor este año: el idioma español. Foto referencial: Archivo EL COMERCIO

La Feria del Libro de Moscú (Rusia) tiene un invitado de honor este año: el idioma español. Foto referencial: Archivo EL COMERCIO

Foto referencial. La Feria del Libro de Londres inició este 12 de abril del 2016 y se extenderá hasta el próximo 14 de abril. Foto:  Archivo EL COMERCIO

La Feria del Libro de Londres, referencia mundial del sector, abrió este 12 de abril del 2016 sus puertas en un ambiente de renovado optimismo por el resurgimiento del libro en papel y con una apuesta clara por los nuevos formatos de literatura digital.

En su 45 edición, la feria londinense, que se celebra hasta el jueves, 14 de abril, en el recinto ferial Olympia, cuenta con 1 500 expositores de 60 países, entre editoriales, agentes literarios, autores o empresas de tecnología, y espera atraer hasta 25.000 visitantes profesionales de los cinco continentes.

Al presentar por primera vez el evento a la prensa extranjera, su directora, Jacks Thomas, mostró su satisfacción por "el aumento de las ventas de los libros en papel en 2015" en el Reino Unido, uno de los principales mercados europeos en número de editoriales y lectores.

De acuerdo con las últimas estadísticas, tras varios años de auge de los libros en formato electrónico, cuyas ventas crecieron un 26 % en 2013 y un 17 % en 2014, la tendencia se ha estabilizado, y en 2015 las ventas en 'e-books' y en papel aumentaron un 4 % en ambos casos en este país.

Según dijo en una charla el escritor británico Philip Pullman, autor de la trilogía 'La materia oscura', "el libro va solo detrás de la rueda en términos de ser una tecnología exitosa, o sea que no va a desaparecer".

Al margen de que el libro tradicional esté aquí para quedarse, la Feria de Londres buscar promover la publicación en todo tipo de formatos, desde vídeo o audio hasta innovadoras plataformas digitales.

Así, uno de los platos fuertes de la jornada inaugural fue la presentación por el novelista, guionista y cineasta Julian Fellowes, autor de la popular y exportada serie televisiva "Downton Abbey", de una aplicación para su última novela, 'Belgravia'.

Esta obra, ambientada en el acomodado barrio londinense del mismo nombre, se lanzará al mercado mañana a través de una aplicación para móvil, tableta y ordenador que sacará semanalmente cada uno de sus once capítulos.

Aunque la descarga de la primera entrega es gratuita, después el lector deberá comprar la novela entera o por capítulos, y tendrá acceso a material de audio y vídeo adicionales.

"Aunque no entiendo de tecnología y ni siquiera sé manejar un iPad, me pareció que esta propuesta de aunar lo viejo con lo nuevo era muy interesante", declaró Fellowes ante una concurrida audiencia de periodistas y admiradores.

La intención, señaló, es emular la publicación por fascículos -en este caso, a través de la aplicación- "típica de la época victoriana y que encumbró a Charles Dickens".

Otro sector destacado de la feria es el de la autopublicación de libros y, en particular, el de las empresas que ofrecen servicios a autores que se aventuran al mercado sin el apoyo de agentes o grandes grupos editoriales.

Jeremy Thompson, director de la firma Matador, que ofrece a los escritores noveles ayuda con la edición, diseño, comercialización y distribución de su obra, dijo a Efe que el negocio "va a más", pues "hay mucha gente que, a veces incluso como hobby, quiere publicar libros y que su obra llegue al público".

Aunque no asesora sobre contenido, Matador hace una selección de las obras que acepta, para asegurar un mínimo de ventas, en general por debajo de los 15 000 ejemplares.

Si los nuevos autores se benefician de las nuevas tecnologías, que, por ejemplo, permiten publicar por cuenta propia en internet, los escritores veteranos tienen también que adaptarse y aprender a aprovecharlas, como reconoció el británico Jeffrey Archer.

El antiguo diputado conservador, tan conocido por su colorida vida -estuvo en la cárcel a raíz de un escándalo financiero- como por sus obras superventas, reconoció que está "mucho más tranquilo" desde que tiene acceso a las redes sociales.

"Cuando era joven, cuando publicaba un libro tenía que ir de ciudad en ciudad y recorrerme varios países para promoverlo. Ahora, solo tengo que anunciarlo en Facebook o en Twitter, y hasta puedo incluir una foto de la portada", explicó el autor, que ha vendido casi 300 millones de copias en todo el mundo.

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